LONDRES. Los seguidores de la realeza británica se escandalizaron cuando el Rey James tocó el hombro de la futura reina de Inglaterra, después de un partido de básquetbol.

 

LeBron James, conocido también por el apodo de Rey James, se reunió con el príncipe Guillermo y su esposa Kate la noche del lunes tras el partido entre sus Cavaliers de Cleveland y los Nets de Brooklyn, en Nueva York en donde están de visita los miembros de la familia real británica.

 

Los tres posaron para una foto, y James colocó la mano derecha en el hombro derecho de la Duquesa de Cambridge.

 

De acuerdo con el protocolo en Gran Bretaña, un plebeyo no debe tocar a un miembro de la familia real, incluso si se trata de un gesto inocente.

 

Las fotos del encuentro aparecieron en toda la prensa británica, y muchos medios mencionaron la violación del protocolo, además de la camiseta sudada de James en la fotografía.

 

“Puede que sea conocido como el Rey James en Estados Unidos, pero LeBron causó revuelo cuando se pegó a Kate, todavía vestido con una camiseta sudada”, escribió el Daily Mirror.

 

Kate, quien tiene cinco meses de embarazo con el segundo hijo de la pareja, se paró entre James y su esposo y sonrió para las cámaras, pero el diario Independent escribió que ella lucía “algo incómoda, mientras los fotógrafos los retrataban con gusto”.

 

El portal oficial de la Monarquía Británica dice que “no hay códigos de conducta obligatorios” para los encuentros con miembros de la familia real, “aunque mucha gente gusta de cumplir con las normas tradicionales”.

 

“Para los hombres, es una inclinación del cuello (sólo con la cabeza), mientras que las mujeres hacen una pequeña inclinación

 

En 2009, la prensa británica criticó a la primera dama estadounidense Michelle Obama por colocar un brazo en la espalda de la reina Isabel II.

 

En su encuentro con James, el basquetbolista entregó a los miembros de la realiza dos camisetas de Cleveland. Una era amarilla y tenía la palabra “Cambridge” en la espalda, con el número siete debajo, y la otra era roja, tamaño de niño, con la palabra “George” encima de un número uno, para el hijo de un año del príncipe.