Las enfermedades contraídas por beber agua contaminada en los países en desarrollo causan 10 mil veces más muertes que el ébola, y no hay medios para atajarlas, afirmó Loïc Fauchon, presidente honorario del Consejo Mundial del Agua, en la inauguración oficial del II Foro Mediterráneo del Agua, que se celebra en Murcia, España.
Fauchon criticó el aspecto colonial que los países desarrollados imprimen cuando hablan de estas cuestiones y destinan miles de millones de dólares para enviar alimentos a poblaciones del tercer mundo para luego dejarles morir por las enfermedades “hídricas”, cuando deberían suministrar es el conocimiento necesario para evitarlas.
“No puede haber políticas alimentarias que no tengan en cuenta la salud” dijo, para añadir que en 2015 se han convocado tres citas fundamentales en materia de agua, el 7º Foro Mundial en Corea en abril, una asamblea general de la ONU y en París en diciembre la conferencia de las Partes sobre el cambio Climático (COP 21) en la que se creará un “Fondo Verde para el Clima”.
El año 2015 será el año decisivo de la denominada “acción hidrodiplomática” para que el agua sea declarada una prioridad de la Humanidad, y para determinar que en el citado “Fondo Verde” se dedique a facilitar el acceso al agua y a la energía a las poblaciones afectadas por el cambio climático.
En esta sesión del II Foro Mediterráneo del Agua intervinieron también la presidenta del Instituto Mediterráneo del Agua, Milagros Couchoud; la directora general del Agua del Ministerio de Agricultura, Liana Sandra Ardiles, y la ministra de Energía, Minas, Agua y Medio Ambiente del Reino de Marruecos, Charafat Afailal.
La directora General del Agua de España, Sandra Liana Ardiles, señaló que los países del Mediterráneo están altamente amenazados por la escasez hídrica y conviven con un riesgo que va en aumento con presiones derivadas de la contaminación, el incremento de la demanda de agua y de la población, y la expansión de la agricultura. DE