Sin ánimos de sonar a disco rayado, apoyo la reciente moción y entusiasmo de disfrutar conteos con “lo mejor del año” y, aunque no siempre se puede estar de acuerdo con todo, sin duda son de gran utilidad cuando uno quiere conocer lo que otros recomiendan o, en caso de tener dudas, asomarnos a esas películas (en mi caso) que dejamos escapar por razones varias.

En la misma tradición y con la emoción de una industria cinematográfica nacional en aparente escalada (en producción y calidad por igual), que además ha sido escenario de nuevos talentos y refrescantes ópticas de nuestras muchas realidades y problemas, me sumo haciendo un reconocimiento a lo que, considero, es una selección de lo mejor que pude ver en nuestras pantallas este menguante 2014. Así que, estén de acuerdo o no, aquí vamos…

5. La guerra de Manuela Jankovic (Dir. Diana Cardozo)

De discreta distribución y paso por la cartelera, La guerra de Manuela Jankovic es un poderoso retrato de un país multicultural, heredero de los miedos que migraron con las personas que hoy en día han sentado raíces en todos sus rincones y que, inconsciente e inevitablemente han traspasado generaciones enteras debido a una constante incapacidad para desprenderse de ellos. A través del día a día de Manuela (la sensacional Karina Gidi), una descendiente de migrantes serbios que trabaja en un restaurante de La Lagunilla, somos testigos de cómo los pasados personales chocan con los ajenos en un presente que no logra hacer justicia a la arraigada historia que todos cargamos como lastre cultural.

La reseña, aquí.

4. Los insólitos peces gato (Dir. Claudia Saint-Luce)

La película que engalanó la Noche Fancine del mes de abril no es otra cosa que una de esas rarezas en la producción nacional, que llegó a darle un giro al tipo de películas que nuestra idiosincrasia puede inspirar. Enfocada en la inesperada e impredecible amistad entre una enferma terminal, madre de familia, y una joven cuya vida es tan desgraciada que la obliga a salir del hospital con la primera, por la triste ausencia de alguien más en su solitaria vida, Los insólitos peces gato funciona como un chispazo de luz y esperanza en la humanidad que raras veces se logra ver en nuestras pantallas y que, principalmente, raras veces da tan buenos resultados.

La reseña, aquí.

3. Workers (Dir. José Luis Valle)

La ópera prima de José Luis Valle (que también estrenó Las búsquedas este año) se enfoca en dos personajes que, a la distancia, no son más que básicos bosquejos de una clase trabajadora cuya identidad se ha diluido. Ambos personajes, empleados de monstruosos sistemas de los que son víctimas, conocen la desilusión de la traición y la arbitraria forma de actuar de aquellos en posiciones de mayor privilegio únicamente para ambos, a su manera, llevar a cabo distinguidas y elaboradas venganzas que, gracias al ácido humor del director, dan como resultado una de las películas más propositivas y sirve como escaparate de uno de los talentos más interesantes de nuestro cine actual.

La reseña, aquí.

2. La jaula de oro (Dir. Diego Quemada Diez)

La película más premiada en el extranjero es también una de las más entrañables e incisivas en años recientes. La historia de dos jóvenes indocumentados guatemaltecos que, acompañados de un indígena tzotzil, se ven obligados a recorrer la ruta del migrante con la esperanza de cumplir el sueño americano, se aleja de sus símiles principalmente por su honestidad. Consciente de lo gastado que podría sentirse el género, el director Diego Quemada Diez imprime autenticidad a su relato gracias a una forma de filmar elegante y ausente de morbo, que no evita poner su cámara en donde están los problemas (los mismos de siempre, todos aun sin solución) pero no por ello deja de ser discreto y respetuoso con ellos pero, sobre todo, sus víctimas. Con un elenco irrepetible e inolvidable, La jaula de oro es sin duda una de las mejores y más importantes películas, no sólo del año, sino de la historia.

La reseña, aquí.

1. Güeros (Dir. Alonso Ruiz-Palacios)

Mucho se ha dicho de Güeros desde que empezó su ruta de festivales. En Nueva York, incluso, la polémica alcanzo al director Alonso Ruiz-Palacios cuando, durante una conferencia de prensa, una periodista mexicana acusó de irresponsable su retrato de la huelga del año 2000 en la UNAM. Yo, al contrario de la colega periodista, considero necesaria y urgente esa crítica que, como el resto de esta memorable película, va directo a la yugular de nuestra sociedad, sus encantos, sus defectos y su folclor imposible de erradicar, nunca siendo cruel o desesperanzadora, aunque tampoco amable o condescendiente. La odisea de Sombra (Tenoch Huerta), Tomás (Sebastián Aguirre) y Santos (Leonardo Ortizgris) por encontrar a un ídolo musical decadente y perdido convaleciente en la ciudad de México, acompañados de la encantadora Ana (Ilse Salas) es un reflejo de todo eso que nos identifica como mexicanos…lo bueno, lo malo y lo peor… la ciega esperanza, la ineludible incongruencia y todo aquello que ambas causan. Con un cast de ensueño y talentoso a más no poder, Güeros es una imperdible… Además, nunca antes se había usado tan bien una canción de Juanga:

Menciones especiales: