ESTAMBUL. Hace dos años el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, en ese entonces primer ministro, logró sobrevivir a las protestas del parque Gezi contra su gobierno. Pero la crisis de estado se extiende esta vez entre las bambalinas del poder, afectando a la justicia, a la policía y a un número no determinado de periodistas que fueron detenidos en un operativo que comenzó en Turquía contra el movimiento Hizmet, del erudito turco Fethullah Gülen, al que el gobierno de Racep Taiyip Erdogan califica como un “estado paralelo”.

 

Entre los detenidos se encuentran Ekrem Dumanli, editor jefe del diario Zaman, uno de los más leídos de todo el país, y Hidayet Karaca, presidente del grupo de comunicación Samanyolu, ambos medios líderes afines al movimiento Hizmet.

 

“Si cierta gente declara la guerra al gobierno bajo el camuflaje de Hizmet (el movimiento Gülen), es nuestra responsabilidad defender el poder que la nación nos ha dado”, declaró el primer ministro, Ahmet Davutoglu, durante un congreso regional de su partido.

 

“Aquellos que conspiren contra el presidente pagarán por ello”, amenazó.

 

La mayoría de las 25 detenciones contabilizadas por la agencia Anadolu ha tenido lugar en Estambul, aunque el dispositivo se llevó a cabo en 13 provincias del país y continúa en marcha.

 

No está claro si incluso el propio Gülen, residente en Estados Unidos, podría estar en la lista de 31 nombres.

 

“Este es un golpe contra la libertad de prensa. Dios está con la verdad y los oprimidos. Estos días pasarán, debemos defender la democracia”, dijo Dumamli durante su detención en la sede del periódico.

 

Su abogado, Hasan Gunaydin, detalló que los cargos contra el editor incluían acusaciones de privación de libertad, formación de organización criminal, falsificación de documentos oficiales, amenazas y extorsión.

 

A la salida del edificio, escoltado por los agentes, Dumamli ha recibido proclamas de apoyo por parte de cientos de personas congregadas frente a la sede del diario pidiendo libertad de prensa.

 

Medio millar de personas se reunió a modo de protesta frente a la Dirección General de Seguridad donde se encuentran los detenidos, por lo que la Policía ha desplegado un cordón de seguridad en la zona, cortando algunas de las calles.

 

La redada se inicia dos días después de que se publicara en la red social Twitter un mensaje revelando que se preparaba una operación policial contra 150 periodistas afiliados al movimiento Gülen.

 

Tras ese mensaje, el mismo usuario anunció que su filtración había obligado a posponer la redada, que se reduciría en número de detenidos.

 

El movimiento de Gülen fue un importante aliado del gobierno de Erdogan hasta hace un año.

 

El grupo cuenta con varias escuelas en todo el mundo, tiene un banco bajo su control, universidades privadas y hospitales.

 

Tras una operación anticorrupción que afectó a Erdogan y su círculo cercano en noviembre de 2013, el movimiento Gülen pasó al punto de mira del gobierno, alegando que había creado un Estado paralelo dentro del Estado mediante el control de la justicia y la policía.