Al menos 17 personas resultaron lesionadas, dos vehículos oficiales fueron quemados y un concierto fue cambiado de sede tras una serie de eventos violentos ocurridos desde la madrugada de ayer en Chilpancingo, Guerrero, entre normalistas con miembros de la CETEG y policías federales.

 

Una chispa fue suficiente para los ánimos se encendieran. Los estudiantes preparaban en la madrugada un concierto a realizarse y en su camino se encontraron a policías federales que los agredieron física y verbalmente; los hechos violentos perduraron hasta la tarde.

 

La Comisión Nacional de Seguridad indicó que ocho de sus elementos resultaron lesionados e interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR); seis elementos fueron hospitalizados por la gravedad de sus heridas. Uno de ellos, con daño cerebral, fue trasladado a la Ciudad de México para su atención.

 

En tanto, estudiantes normalistas y profesores de la CETEG informaron que al menos 14 personas, entre ellas un alumno de la UNAM, dos reporteros y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos, resultaron con heridas graves cometidas por los uniformados, a quienes acusaron de atacarlos con gases lacrimógenos y balas de goma. Lo cual informaron fue denunciado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

 

“No se dio ningún tipo enfrentamiento, ellos (los maestros) se llevaron a los compañeros (policías), los golpearon y después los soltaron”, dijo un funcionario de la CNS a 24 HORAS, luego de asegurar que quienes iniciaron la agresión fueron los integrantes de la CETEG afuera del hotel donde se hospedaban los uniformados.

 

También se originaron diversas versiones sobre el origen de los hechos violentos, entre autoridades, normalistas y maestros disidentes chocaron en cuanto a las cifras, pues en su pronunciamiento la CNDH abrió una investigación y acusó que del enfrentamiento 17 civiles resultaron lesionados, así como dos elementos policiales.

 

Por los enfrentamientos, organizadores del evento musical y cultural “Una luz en la Oscuridad” en honor a los alumnos de la Normal de Ayotzinapa, cambiaron la sede de Chilpancingo a Tixtla.

 

Los hechos

 

Alrededor de las 4 de la madrugada de ayer, Normalistas de Ayotzinapa denunciaron que supuestos policías federales vestidos de civil los agredieron verbal y físicamente cuando unos 15 estudiantes colocaban vallas para el concierto “Una Luz en la oscuridad”, en memoria de sus compañeros desaparecidos. Se dijo que los agresores iban en estado de ebriedad.

 

Para las seis de la mañana la tensión continuaba. Maestros de la CETEG privaron de su libertad a tres policías federales que se encontraban en la entrada del hotel Real del Sol, para después golpearlos severamente y dejarlos en libertad, según acusaron las autoridades de la CNS, quienes reviraron que ninguno de los elementos agredidos habría consumido ni drogas ni alcohol.

 

En el disturbio causado por la presunta agresión, cinco policías que habrían salido a buscar a sus compañeros que fueron llevados por la fuerza por los maestros fueron arrollados por un vehículo presuntamente conducido por uno de los integrantes de la Coordinadora.

 

Después de la siete de la mañana maestros, normalistas y federales se enfrentaron a la altura del mercado Juan R. Leyva (a unos metros del hotel Real del Sol).

 

Los normalistas aseguraron que se usaron gases y balas de gomas, del cual empezaron a circular en redes sociales imágenes de un joven golpeado, y se informó en instalaciones médicas se les negó la atención.

 

Para las 9 de la mañana, maestros encapuchados vandalizaron dos vehículos oficiales de la Policía estatal en las inmediaciones del Instituto de Formación y Capacitación de Policías (Infocap) de Chilpancingo.

 

Finalmente, el concierto comenzó alrededor de las 6 de la tarde en Tixtla, sin que hasta el cierre de esta edición se reportara algún incidente de violencia.