LONDRES. Un documento del Partido Laborista británico revelado por el periódico The Daily Telegraph aconseja a los militantes de la formación evitar hablar sobre inmigración con el electorado para no perder votos de cara a las elecciones generales de mayo de 2015.
En el documento sobre estrategia electoral, la dirección del partido recomienda a sus candidatos y a los militantes que ayudarán en la campaña “cambiar de tema” si los ciudadanos preguntan sobre la política del partido respecto al control de fronteras.
El Partido Laborista percibe, según el texto filtrado, que incidir en el tema migratorio puede ser “de poca ayuda”, cuando se esfuerza por contrarrestar el tirón electoral del antiinmigración y antieuropeo UKIP de Nigel Farage, que está robando votos tanto a la formación de Ed Miliband como a los conservadores de David Cameron.
Un vocero laborista acusó al periódico de “sacar unas pocas líneas de contexto”.
El documento, titulado “Haciendo campaña contra el UKIP”, se conoce poco antes de que Miliband detalle los planes de su partido, teóricamente de centroizquierda, sobre restricciones a la entrada de inmigrantes comunitarios y su acceso a las ayudas sociales.
La inmigración se perfila como uno de los temas centrales en las elecciones generales que se celebrarán en el Reino Unido en mayo de 2015.
Como consecuencia del auge del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), que el pasado mayo consiguió 24 eurodiputados en las elecciones europeas con un programa basado en la salida de la UE y contra la inmigración, el resto de las formaciones políticas han endurecido sus políticas sobre estos asuntos.
El primer ministro y líder conservador, David Cameron, se ha comprometido a retrasar cuatro años el acceso de los inmigrantes a ciertas ayudas sociales, mientras que promete celebrar un referéndum de pertenencia a la Unión Europea (UE) en 2017 si gana las próximas elecciones.
Para el Partido Laborista, la posición sobre inmigración es más compleja, pues es un asunto que divide a sus votantes, si bien la formación ha virado a la derecha desde que el debate ha cobrado preeminencia en la política británica.