WASHINGTON. Human Rights Watch (HRW) instó hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a condenar públicamente la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, en la visita que su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, hará a su país el próximo 6 de enero.
El director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, lamentó hoy el “silencio” público de Obama sobre el caso, en un debate sobre la situación en México en el Centro de Estudios Estratégicos e Institucionales (CSIS), en Washington.
Vivanco consideró “muy grave” el “silencio al más alto nivel” que el actual mandatario y el expresidente George W. Bush han guardado sobre las “violaciones de derechos humanos en México“, tanto durante el mandato del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), como ahora con Peña Nieto.
“Yo espero que esto cambie cuando Peña Nieto llegue acá el 6 de enero visitando a Obama”, dijo Vivanco, en una sala repleta de periodistas y analistas políticos.
El director de HRW cree que esta visita da a Obama “una nueva oportunidad para expresar públicamente el interés y la preocupación de los estadunidenses por las masivas y gravísimas violaciones de derechos humanos que comprometen la responsabilidad del Estado de México en el caso de Iguala y en todo el panorama de México”.
La noche del 26 de septiembre, según la investigación oficial, los 43 jóvenes fueron detenidos en Iguala por policías locales y entregados al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerar los cuerpos para no dejar rastros porque supuestamente creyeron que eran miembros del grupo rival Los Rojos.
Vivanco acusó a Peña Nieto de “esconder bajo la alfombra” crímenes como los de Iguala, en su esfuerzo por ofrecer una imagen positiva a nivel internacional con una serie de reformas estructurales para modernizar el país.
Por eso, cree que, para que el Gobierno de Peña Nieto se sienta “incentivado” a hacer cambios, “hace falta una mayor presión internacional”.
“Creo que es un Gobierno muy sensible a la presión internacional de Washington y de Europa”, afirmó Vivanco, quien criticó el poco impacto que ha tenido la unidad de búsqueda de desaparecidos que Peña Nieto creó al poco de alcanzar la Presidencia.
“¿Cuáles fueron -se preguntó- los resultados de esta unidad de fiscales? Ninguno. El Gobierno decidió recortar en 62% el presupuesto”.
“La impunidad es la regla”, insistió, al remarcar que, si Peña Nieto hubiera querido recuperar la confianza tras los sucesos de Iguala, habría creado una “verdadera unidad de fiscales” para luchar contra la corrupción y las desapariciones forzadas.
“Desde que México es México, el país tiene un sistema judicial inquisitorio, inspirado en la inquisición española, y secreto. Con un cero de transparencia y donde no hay normas de debido proceso”, lamentó.
Vivanco también recordó el caso de Tlatlaya, en el estado de México, donde el pasado 30 de junio 22 civiles murieron en lo que el Ejército asegura que fue un enfrentamiento con miembros del crimen organizado y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mientras testigos aseguran que fue una masacre.
El activista de HRW puso en duda que las responsabilidades de los hechos se limiten a los siete militares que están siendo juzgados por los delitos de homicidio, ejercicio indebido de servicio público y encubrimiento.
“Hay -zanjó- dos delitos en Tlatlaya: uno es la masacre y el otro, tan grave como la masacre, es el encubrimiento de las autoridades”.
GH