Extraño azar que se atreve a repetir los duelos de octavos de final de los dos equipos más mediáticos de la Liga de Campeones. Tanto Real Madrid como Barcelona jugarán precisamente ante los rivales que lo hicieron en esa misma instancia un año atrás.
Lo anterior es mejor noticia para los merengues que para los blaugranas. El Madrid encarará a un Schalke 04 al que trituró en febrero (9-2 global), con dos añadidos: que esta versión madridista supera por mucho a la anterior y este Schalke luce sustancialmente menos firme. Contrapuesto a la buena suerte de su eterno enemigo, el Barça se ha sacado al mayor de los tigres en rifa, que es el vigente campeón inglés, el Manchester City.
Goles más, goles menos, no tengo duda de que los blancos estarán en la siguiente ronda, algo discutible en el caso de los catalanes. De hecho, me atrevo a decir que serán los citizens quienes se impondrán en esa llave. ¿Por qué razón? Porque están mejor dirigidos, porque saben a lo que juegan, porque tienen un plantel más amplio y, sobre todo, porque ya contarán con su hombre más desequilibrante, Sergio Agüero. Con el apodado Kun en la cancha, el City alcanza otra dimensión. Cuando el jeque Mansour bin-Zayed decidió destinar tantos millones al ManCity, pretendió replicar algo del modelo barcelonista y ha contratado a varios directivos que estuvieron en la entidad culé; de salir victoriosos de estos octavos de final, habrá propinado a los blaugranas su más prematura eliminación europea en ocho años.
Manchester City al margen, los otros dos rivales a evitarse eran el tres veces consecutivas monarca de Italia, Juventus, y el emergente Paris Saint Germain. Los turineses enfrentarán a un Borussia Dortmund con doble personalidad: en puestos de descenso en Alemania, pero sólido en Europa; ahí, yo apostaría por la Juve. Al tiempo, el PSG se medirá con el Chelsea, duelo en el que debería vencer el once de José Mourinho; los parisinos cuentan con individualidades suficientes para derrotar a quien sea y buena parte del desembolso de sus propietarios es en aras de trascender en la Champions, aunque el Chelsea es de lo más fuerte que hoy se puede encontrar.
Mientras tanto, Atlético de Madrid luce superior a Bayer Leverkusen, como Arsenal al Mónaco, Oporto al Basilea y Bayern Múnich a Shakhtar Donetsk. De este último choque, destacar la problemática que implica para el cuadro ucraniano el no poder jugar en su casa, sino a mil kilómetros de distancia, en la frontera con Polonia; eso, como parte de lo que supone la actual inestabilidad ruso-ucraniana, me hacía pensar que el Shakhtar no pasaría de la fase de grupos, pero el Bayern representa palabras mayores y casi una misión imposible.
Los octavos de final, con su curiosa repetición de dos cotejos de la 2013-14, arrancarán en dos meses. Tiempo suficiente para que cambie diametralmente la situación de los contendientes, para que haya severo desgaste y lesiones, para que crezcan y disminuyan varios cuadros, para que se alteren las condiciones de favoritos, pero desde hoy creo que avanzarán estos ocho: Real Madrid, City, Atlético, Chelsea, Bayern, Oporto, Juventus y Arsenal.