La forma de discriminación laboral más persistente en México es en contra de las mujeres que deciden tener un hijo pues ello no sólo les impide avanzar o escalar posiciones en sus trabajos actuales, sino que además está la exigencia de una prueba de embarazo como un primer filtro para colocarse en una empresa, alertó Conapred.
De hecho, advirtió que muchas empresas -aunque no existe un reporte exacto- todavía persisten con la práctica de exigir pruebas de embarazo antes de decidir sobre la contratación de una nueva empleada. Detalló que entre 2011 y septiembre de 2014, fueron 336 mujeres las que presentaron quejas y reclamaciones de discriminación por motivo de embarazo.
De acuerdo con el reporte que elaboró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe este año, en el marco del vigésimo aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, 21% de las mujeres asalariadas enfrentó actos de discriminación por parte de sus empleadores. Al 14.9% de las mujeres que alguna vez han trabajado le han solicitado prueba de embarazo como condicionante para su ingreso o permanencia.
La primera queja y la más sonada tiene que ver con el embarazo, se descubre que están embarazadas y comienzan los pretextos para que no puedan continuar con sus labores”, ejemplificó Daniel Ponce, director general adjunto de Vinculación de Conapred, en entrevista con 24 HORAS.
Las causas de la discriminación son económicas, destaca el reporte sobre la discriminación laboral en México, que elaboró el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred), porque cuando una mujer decide tener un hijo, el costo del embarazo recae sobre el empleador, quien tiene la obligación de pagarle su salario completo en caso de que no se cumplan las condiciones que exige la Ley del Seguro Social, de que tenga cotizando “un mínimo de 30 semanas inmediatas anteriores al inicio de la incapacidad previa al parto, efectuada en un lapso de 12 meses”.