La Procuraduría General de la República (PGR) procederá penalmente en contra de las personas que encabezaron los disturbios ocurridos en Guerrero el fin de semana pasado y que dejaron 21 personas lesionadas, entre ellas tres policías federales con lesiones serias y uno de ellos en riesgo de muerte.
Autoridades de la dependencia indicaron que en base al cúmulo de evidencia que reúne el Ministerio Público, se presentarán cargos por los delitos de lesiones agravadas, motín, ultrajes a la autoridad, privación ilegal de la libertad y se analiza tentativa de homicidio.
A partir de las distintas imágenes de televisión, de videos recabados en el lugar de los hechos, de fotografías, objetos decomisados y de los partes policiacos, es como el Ministerio Público está identificando a las personas responsables de estos hechos para girar las órdenes de localización y en su caso solicitar las órdenes de aprehensión que correspondan.
Las fuentes consultadas indicaron que es una instrucción clara que este incidente no quede en la impunidad, sobre todo ante la evidencia de la violencia ocurrida en el estado. Entre las personas sospechosas se encuentran por lo menos tres integrantes de la CETEG.
Hasta ahora existen versiones públicas encontradas del incidente. Normalistas de Ayotzinapa señalan que agentes federales vestidos de civil y en estado de ebriedad los enfrentaron y amenazaron cuando realizaban los preparativos para un concierto en Chilpancingo. Ese fue el detonante de los hechos posteriores.
La Comisión Nacional de Seguridad rechazó la versión anterior y señaló que la agresión vino de maestros de la CETEG, quienes secuestraron a los agentes en un hotel.
Sobre la posibilidad de que los policías estuvieran alcoholizados, el Ministerio Público Federal solicitó los dictámenes médicos y toxicológicos practicados a los agentes y podrían ordenarse además unos nuevos.
No es caso aislado: Galindo
El comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo que los ataques perpetrados en contra de sus elementos no obedecen a un hecho aislado sino que forman parte de una serie de agresiones perpetradas en Guerrero en contra de las fuerzas del orden.
“En las camionetas en que se transportaban este tipo de personas traían petardos, cohetones, armas blancas. Y el azote, el maltrato de este tipo, habla de que ya no es sola una agresión ordinaria, sino que hay un grado de animadversión fuerte contra los compañeros”, comentó Galindo en una entrevista radiofónica.
Por otro lado, indicó en su cuenta de Twitter que era “falso que los policías federales se encontraran bajo los efectos del alcohol o estupefacientes y las pruebas toxicológicas lo confirman”.
Agregó que los policías fueron secuestrados varias horas, tiempo en el que fueron golpeados e incluso uno de ellos recibió azotes en la espalda. Posteriormente y durante el diálogo con manifestantes, una camioneta atropelló a civiles y a otros policías.
El comisionado de la Policía Federal reportó en total siete agentes lesionados, uno de ellos con fractura de cráneo y que fue trasladado al DF para ser operado. Su estado de salud hasta el día de ayer seguía siendo crítico.
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