LA HABANA. Durante 56 años era la nota más importante en el día de los inocentes, 28 de diciembre, y al mismo tiempo, el último vestigio de la guerra de la Guerra Fría. Ahora, es realidad: concluye el siglo XX cubano.

 

Estados Unidos y Cuba, dos vecinos enemistados cuya hostilidad política durante más de cinco décadas puso al mundo al borde de una guerra nuclear, anunciaron que restablecerán sus relaciones diplomáticas.

 

Los presidentes de EU, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron simultáneamente en Washington y La Habana (como si estuvieran enlazados en un mismo canal) el histórico giro en las relaciones aunque queda pendiente de resolver la cuestión del embargo económico (“bloqueo” para los cubanos) impuesto por EU en 1961 como resto de la Guerra Fría.

 

De pie ante un atril, con traje azul marino y corbata celeste, Obama dijo que llegó la hora de poner fin a una política hacia Cuba que está “obsoleta” y que “ha fracasado durante décadas”.

 

En su despacho en La Habana, Castro, sentado ante la mesa de su despacho y con su uniforme verde oliva de general del Ejército, proclamaba el “restablecimiento de las relaciones diplomáticas” y “medidas mutuas para mejorar el clima bilateral”.

 

Se requerían algo más que mutuos gestos para comenzar el deshielo: Cuba anunciaba la excarcelación de Alan Gross, contratista estadunidense, que fue apresado el 3 de diciembre de 2009 por difundir teléfonos satelitales y computadoras a la comunidad judía en Cuba. Por su parte, Obama ordenaba la excarcelación de Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, tres de “Los Cinco” famosos espías cubanos que permanecían en Estados Unidos.

 

Raúl Castro agradeció las gestiones realizadas por el Vaticano y Canadá. Obama hizo lo mismo pero solo mencionó al Papa Francisco.

 

Obama utilizó elementos híper realistas para justificar la decisión de reactivar su diplomacia. Dijo que muchos de su generación no habían nacido cuando se reconformó la política exterior ad hoc para producir el distanciamiento entre su país y Cuba. Castro, por su parte, agradeció a Obama el gesto, también dijo que había hablado telefónicamente con él el pasado martes. Estados Unidos confirmó la llamada con una duración aproximada de 60 minutos.

 

Castro reconoció que el problema del embargo no está solucionado pero dio pistas a las condiciones que muy probablemente le puso Obama para desmontarlo: hablar sobre derechos humanos, política y en cuestiones de soberanía extranjera no solo con Estados Unidos, sobre todo, con Naciones Unidas.

 

“Proponemos al gobierno de EU adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países basado en los principios del derecho internacional”, comentó Castro. “El bloqueo económico comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país, debe cesar. Aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley, el presidente de Estados Unidos puede modificar su aplicación acorde a sus facultades ejecutivas”.

 

Desde que en 1961 Fidel Castro, el histórico líder de la Revolución que dejó el poder en 2006, proclamara la orientación socialista de ésta, las fricciones entre EU y el único país comunista de América fueron constantes y en ocasiones bordearon el conflicto abierto.

 

Aunque era mirado con desconfianza por los círculos conservadores norteamericanos aún antes de su triunfo en enero de 1959, Castro no sufrió inmediatamente la hostilidad de Washington.

 

El jefe revolucionario visitó la capital estadunidense pocos meses después de entrar triunfalmente en La Habana y se entrevistó con el entonces vicepresidente Richard Nixon. El entonces presidente Eisenhower evitó el encuentro y se fue a jugar al golf.

 

Los paradigmas mediáticos también fueron derrumbados. La televisión cubana, mediante el canal Telesur, que en la isla se ve como local, mostró en vivo declaraciones de Alan Gross junto a su esposa, tras su llegada a Estados Unidos en la tarde del miércoles.

 

El de ayer parecía un 28 de diciembre, pero no. Ayer se confirmó que el siglo XX cubano, concluyó.