MARRAKECH, Marruecos.Auckland City culminó su gesta en el Mundial de Clubes, al firmar el tercer puesto en un nuevo paso histórico de un equipo semi profesional, que dirigido por el español Ramón Tribulietx desafió de nuevo a un equipo de otra dimensión, como Cruz Azul, al que tumbó en los penaltis.
La final de consolidación tuvo la importancia deseada por FIFA, con dos equipos que pelearon al máximo por la tercera plaza en un duelo dividido en dos partes muy diferenciadas. De dominio neozelandés en el tiempo que le duraron las fuerzas y con una reacción repleta de orgullo de Cruz Azul que salió con la cabeza baja en la tanda de penaltis final.
Ya a nadie sorprende el equipo de Ramón Tribulietx. Se ha ganado el respeto del aficionado del fútbol y la ovación que le dio el estadio en pie en su despedida tras ser la auténtica revelación del Mundial de Clubes. Eliminó a los anfitriones y a cada paso su mérito creció hasta tener en las cuerdas a San Lorenzo y hoy tutear de nuevo a Cruz Azul.
Basado en el orden y el respeto máximo a un dibujo táctico, en su idea de tocar el balón siempre, Auckland volvió a encontrar la inspiración en el argentino Emiliano Tade, añorando la fuerza en banda derecha del español Berlanga, sancionado, pero apareciendo un nuevo socio para desequilibrar como Payne.
Tavane avisó nada más comenzar que no sería un partido cómodo para Cruz Azul. Su disparo lo sacó Corona, que rápido vio que su equipo no encontraba el camino del peligro ante el orden del rival. Solo a balón parado fueron capaces de inquietar, con el veterano Torrado probando suerte sin acierto. Fabian la tenía pero chutaba blando el pase de la muerte a manos de Spoonley.
Lo merecía sin embargo Auckland City, que tuvo su mejor oportunidad como en Tade. El pase en profundidad lo condujo con velocidad, recortó hacia dentro al defensa rival al que sentó y definió sin precisión a manos de Corona. De nuevo en sus botas el primer tanto, cuando un rechace tras un saque de esquina lo chutó rozando el poste.