Un equipo de época, el Real Madrid de Carlo Ancelotti sumó su partido número 22 ganado de forma consecutiva, una racha que los pone a la altura del Benfica de Eusebio o el Ajax de Cruff, y de paso les sirvió para ganar el Mundial de Clubes.

 

Un 2-0 sobre el San Lorenzo de Almagro que apostó a no jugar, a esperar atrás y a dar patadas, cosa que le resultó al menos en los primeros minutos del partido.

 

Hasta antes que cayera el gol de Sergio Ramos, el partido era un juego de necios, los Merengues comandados por un Toni Kroos perfecto en medio campo intentaban, pero los Cuervos de Edgardo Bauza defendían en ocasiones hasta con 10 hombres.

 

Tuvo que venir una jugada a balón parado para derribar la muralla argentina que mordía y ensuciaba el juego brillante que siempre propone el equipo blanco.

 

Pocos dudaban del potencial del Real Madrid, al llegar a Marruecos parecía un trámite jugar dos partidos para llevarse el trofeo y así fue, lo que destaca es que la figura, Cristiano Ronaldo no pudo anotar gol en eso juegos.

 

 

OTRA VEZ RAMOS

 

 

Parece una calca de las jugadas contra el Atlético de Madrid en la final de la Champions League pasada o la del partido pasado contra el Cruz Azul, en un centro de tiro de esquina, Sergio Ramos se levantó ante la complacencia de la defensa cuervo y puso el 1-0 para los Merengues a los 36 minutos.

 

CULPA DE TORRICO 

 

Sebastián Torrico se comió el gol. En un tiro que no llevaba nada del galés Gareth Bale, con muy poca fuerza, el arquero argentino se tiró pero no pudo detener el balón que se coló a la portería para el 2-0 a los 51 minutos.