Cuando un grupo que se adjudicó el ciberataque a Sony Pictures Entertainment amenazó con realizar actos violentos contra los cines que presentaran The Interview esta semana, el destino de la película quedó sentenciado.
Aunque las autoridades no consideraron que las amenazas de violencia fueran creíbles en el momento, el FBI confirmó después que Corea del Norte estuvo detrás del ataque cibernético, los propietarios de los cines y Sony indiscutiblemente tomaron en cuenta la masacre de 2012 en un cine de Colorado. Ese ataque surgió sin aviso y entonces no había antecedentes de violencia de ese tipo contra el público de un cine en Estados Unidos.
Los propietarios de dicho cine aún enfrentan 20 demandas por el asesinato, y los sobrevivientes y familiares de las víctimas afirman que se debió hacer más para proteger a las personas que fueron a ver una función de medianoche de la película de Batman The Dark Knight Rises.
Cinemark Holdings, Inc., argumenta que no pudo predecir el tiroteo, pero según los expertos ese argumento no se podría utilizar si surgía algún incidente violento con The Interview.
“No valía la pena correr el riesgo”, dijo Eric Wold, un analista de exhibidores de cine en B. Riley & Co.
Se calculaba que The Interview sumaría menos de 2% de las ganancias en el cuarto trimestre del año para los cines, dijo Wold, así que retirarla de los cines no fue una decisión financiera difícil. Gracias a los proyectores digitales, los propietarios de los cines pueden reprogramar rápidamente sus salas para presentar otras películas como los estrenos de El Hobbit 3 o Una noche en el museo.
“Sólo se necesita apretar un botón”, dijo Wold.
La alternativa era enfrentar lesiones graves para el público, así como múltiples demandas si el grupo autodenominado Guardianes de la Paz o algún imitador atacaba algún cine, dijo Jonathan Handel, abogado y profesor en la Facultad Gould de Derecho de la Universidad del Sur de California.
“Esa es mucha responsabilidad para una cadena de cines”, dijo Handel.
Hizo notar que los propietarios de centros comerciales y otros estudios habían presionado a Sony para cancelar el estreno el día de Navidad de The Interview, protagonizada por Seth Rogen y James Franco.
“No quieren que la experiencia de ir al cine en Navidad se parezca a documentar maletas en el aeropuerto de Los Ángeles”, dijo.
La película versa sobre un complot homicida contra el líder norcoreano Kim Jong Un, por lo que Corea del Norte la ha denunciado. Las autoridades estadunidenses acusaron formalmente el viernes a Pyongyang de realizar el ataque cibernético contra los servidores de Sony, lo que derivó en el robo de películas aún sin estrenar, guiones, información financiera y médica de sus empleados y otros datos corporativos.
Fue sólo cuestión de horas luego de que los hackers amenazaran con cometer actos de violencia masiva contra cualquier cine que presentara The Interview que los exhibidores comenzaron a abandonarla. Y no es sorprendente.
“Si —Dios no lo quiera— ocurriera algo, ellos serían responsables de cualquier falla en la seguridad o de decisiones tomadas que llevaron al incidente”, dijo el abogado especializado en entretenimiento Uri Fleming de la firma Kleinberg Lange Cuddy & Carlo.
Aún no se sabe cómo percibirá un jurado el caso contra Cinemark, la cual operaba el cine de Aurora, Colorado, que fue atacado por James Holmes en julio de 2012 durante la función de medianoche de la cinta de Batman.
En documentos judiciales, los abogados de las víctimas señalaron que Cinemark implementó seguridad adicional en algunas funciones de medianoche de Dark Knight Rises y había contratado a una firma de seguridad para que evaluara el riesgo de que un cártel de las drogas atacara un cine en la frontera con México.
En un fallo de agosto para rechazar una solicitud presentada por Cinemark con el fin de desestimar las demandas de las víctimas de Aurora, el juez de distrito R. Brooke Jackson, de Colorado, señaló que “no es una pregunta fácil de responder” la de si se pudiera haber esperado que la empresa implementara medidas de seguridad extra sin que existiera una amenaza contra sus cines.
Pero el juez destacó que el público en los cines es especialmente vulnerable a un ataque.
“Aunque hasta entonces los cines no habían tenido un incidente de un tiroteo masivo, los clientes de un cine son, quizás más que los estudiantes en una escuela o los clientes en un centro comercial, ‘blancos de tiro”’, escribió Jackson.
Fleming dijo que Sony y las cadenas de cines difícilmente enfrentarán una repercusión significativa por retirar “The Interview”.
“Las relaciones comerciales son el pegamento que une (a Hollywood)”, dijo.
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