CIUDAD DEL VTICANO. El empresario italiano Marcello Di Finizio escaló la fachada de la Basílica de San Pedro en el Vaticano para protestar por un problema económico en su restaurante y pasó allí la noche, atado con unas sogas.

 

Se trata de la cuarta vez que el hombre lleva a cabo su manifestación, en otras ocasiones se había colgado en la cúpula del templo y desplegado banderas.

 

En esta ocasión se colocó en una cornisa, ubicada justo encima del balcón central.

 

De 47 años, Di Finizio es dueño de un local costero ubicado en la ciudad de Trieste, al norte de Italia, que según él perderá por una directiva de la Comunidad Europea que obliga a los países de la región a abrir nuevas licitaciones en zonas de playa. El hombre subió la fachada el domingo por la noche y pasó ahí toda la noche.

 

La Gendarmería Vaticano todavía no ha realizado ninguna acción para obligarlo a bajar, aunque en ese mismo lugar el Papa Francisco saludará a la Navidad el próximo 25 de diciembre.

 

“Pasaré la Navidad aquí y quiero hablar con (Mateo) Renzi (primer ministro italiano) en persona. No tengo alternativas, tengo que luchar hasta el final.

 

Me sacaron mi casa y me están sacando mi trabajo, ¿qué me queda?”, dijo a los periodistas vía teléfono celular. El pasado 30 de julio de 2012, Di Finizio había realizado su primera protesta, en un intento por salvar su negocio “La Voce de la Luna” (La voz de la luna).