El surgimiento de perfiles de “quemones” en las redes sociales conjuga dos fenómenos recientes que han afectado las relaciones de los jóvenes a través de Internet: el sexting y el cyberbullying. El primero consiste en el envío de contenidos de tipo sexual por medio de dispositivos electrónicos, el otro es el acoso constante a través de las redes.

 

De acuerdo con estudios de la Alianza por la Seguridad en Internet (ASI), el envío de estas fotos se da por tres causas: desinhibición o lucimiento, presión de pares (como cuando un miembro de la pareja pide una muestra de amor, por ejemplo), o los retos entre los amigos.

 

Verónica Juárez, presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez en la Cámara de Diputados, dijo en entrevista que estos fenómenos “evolucionaron” a los “quemones”, que son “nuevas formas de comunicación que encontraron los jóvenes para violentar a otros, ya que el exhibir a una chica o chico es violar sus derechos, más cuando van en contra de su voluntad”.

 

Recordó que México es el primer país en América Latina en envío de mensajes con contenido pornográfico, y que alrededor de cuatro millones de menores de edad reciben fotos o videos de carácter sexual, según cifras presentadas en el foro Combate a la Pornografía de Niñas, Niños y Adolescentes, en septiembre pasado en el Senado.

 

Armando Novoa, director de la ASI, dijo a 24 HORAS que muchas de estas imágenes suelen ser tomadas por las mismas personas que aparecen en ellas, a modo de selfies, o bajo su consentimiento, ya que los jóvenes no miden las consecuencias de estas acciones.

 

El perjuicio que puede causar estas conductas en las redes para los menores puede llevarlos incluso a querer suicidarse, como el caso de una joven que se registró en el perfil “Quemones Colima”, quien en enero recibió mensajes de un acosador que intentó chantajearla con la amenaza de subir una foto suya desnuda para que le enviara más imágenes de este tipo.

 

“Me fui al patio busqué pastillas para suicidarme pero no las encontré, intenté ahorcarme como salida al problema pero después me arrepentí porque empecé a pensar que eso no era correcto. Salgo a la calle y me da mucha vergüenza porque pienso que los muchachos que me miran saben algo sobre la foto”, narró la joven a medios locales.

 

PERFILAN LEGISLADORES OBSERVATORIO

 

En México, uno de cada tres usuarios de Internet es menor de edad, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI). Se trata de la capa poblacional de usuarios web más grande en el país y, por ende, también la más expuesta.

 

Ante ello, la presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez explicó que esa instancia está por proponer la creación de un organismo nacional que se encargue de vigilar los contenidos en Internet que presuntamente cometan violaciones contra los derechos de menores de edad, y para ello pedirán el apoyo y capacitación del Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

 

Además, el próximo 30 de abril se presentará la propuesta de Ley General de Garantías de Derechos para Niños, Niñas y Adolescentes, que busca sumar los esfuerzos aislados que hay en el país para proteger, a través de un sistema integral, la vulnerabilidad de los infantes tanto en el mundo físico como en medios electrónicos.

 

En la actualidad, dijo, las leyes para proteger a la infancia no son suficientes para evitar este tipo de conductas y delitos, por lo que, dijo, la prevención y participación de padres de familia, maestros y proveedores de servicios de Internet, son fundamentales para combatir estos ataques contra menores.

 

“El uso de Internet abrió las puertas del conocimiento a todos los menores y les permite avanzar incluso en una educación más integral. Sin embargo, también podemos ver que las nuevas tecnologías abrieron diversas puertas a cuestiones muy peligrosas, como pueden ser criminales al acecho y el mal uso que les dan los propios jóvenes”, comentó la legisladora.

 

David Fernández, vicepresidente de seguridad de la AMIPCI, recomendó que del mismo modo en que los padres previenen a sus hijos cuando salen a divertirse a la calle sobre tener cuidado con los autos o no hablar con extraños, deben tomar esas medidas en la vida digital, y supervisar el tipo de información a la que los niños acceden en Internet.