LONDRES. La reina Isabel II de Inglaterra elogió hoy a los trabajadores de salud y voluntarios que ayudan a las personas afectadas por el virus del Ébola en África occidental, en su tradicional mensaje por las festividades de Navidad.
“Me conmovió profundamente este año la abnegación de los trabajadores humanitarios y de los voluntarios médicos que se marcharon al extranjero para ayudar a las víctimas de conflictos o de enfermedades como el ébola, tomando a menudo un gran riesgo personal”, indicó.
En su mensaje, transmitido por la televisión y radio de Reino Unido y los países de la Commonwealth, la monarca de 88 años de edad, resaltó el sacrificio de aquellos que trabajan en Sierra Leona y en otros países africanos para combatir el mal.
Vestida con un traje color púrpura diseñado por Angela Kelly y un broche de perlas y diamantes, que heredó de su madre, la reina también destacó la necesidad de avanzar hacia la “reconciliación” en Escocia, tras el referéndum de hace tres meses.
La monarca afirmó que los resultados de la consulta popular, en la que los escoceses decidieron permanecer siendo parte de Reino Unido, fueron para algunos “una gran decepción, mientras que para otros supuso un enorme alivio”.
“A veces parece que la reconciliación tiene pocas posibilidades frente a la guerra y la discordia. Pero, como la tregua de Navidad hace un siglo nos recuerda, la paz y la buena voluntad tienen poder en los corazones de los hombres y mujeres”, subrayó.
Superar esas diferencias llevará su tiempo, consideró la reina Isabel II de Inglaterra en su mensaje navideño, que pronuncia de manera tradicional cada año desde 1952, según un reporte de la cadena británica BBC.
Asimismo, la monarca hizo referencia al proceso de paz en Irlanda del Norte, días después de que los unionistas y republicanos que gobiernan en unidad en la región alcanzaron un amplio acuerdo económico y político que promete otorgarle mayor estabilidad a largo plazo.
Durante el mensaje, Isabel II también hizo referencia a las conmemoraciones por el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), como también por los 70 años del desembarco de Normandía o “D-Day”.
El mensaje fue emitido después de que la Reina asistió este jueves al servicio religioso por la Navidad en Sandringham, acompañada de su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, y otros miembros de la familia real, entre ellos el príncipe Carlos de Gales, el duque y la duquesa de Cambridge, Guillermo y Kate, así como el príncipe Harry.
Los grandes ausentes a la ceremonia fueron el pequeño príncipe George, quien era esperado por multitudes y la duquesa de Cornualles, esposa del príncipe Carlos, quien se recupera de una lesión en la espalda y tiene prohibido viajar por recomendación médica.
AH