La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exigió a las autoridades el esclarecimiento de la muerte del padre Gregorio López Gorostieta, cuyo cuerpo fue localizado en el municipio de Tlapehuala, Guerrero, con un disparo en la cabeza.

 

“Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos, repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria y que se castigue conforme a derecho a los culpables”.

 

A través de un comunicado, el CEM dijo que  los obispos de México se unen a la pena que embarga a la familia del sacerdote, al obispo Maximino Martínez, a la diócesis de Altamirano y al seminario mayor “La Anunciación” por la muerte del prelado, “quien perdiera la vida de forma injusta y violenta”.

 

El escrito indicó, “renovamos nuestra invitación a unirnos para pedir a Dios por la conversión de todos los mexicanos, especialmente de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte, y para que todos nos comprometamos a ser agentes en la construcción de un México justo, reconciliado y en paz”.

 

Por su parte, Gregorio López Jerónimo, mejor conocido como Padre Goyo, de la diócesis de Apatzingán, señaló que considera que el motivo de su muerte es su predicación muy críticasobre lo que ocurre en Tierra Caliente, principalmente con el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero.

 

GH