El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, enfrentó hoy rechiflas y abucheos de un sector minoritario de las miles de personas que asistieron a la ceremonia de graduación de los nuevos oficiales de la policía de la ciudad.
Los abucheos continuaron la confrontación entre un sector de la policía de Nueva York contra De Blasio, al que acusan por haber dado apoyo a manifestaciones contra la brutalidad policial en la ciudad y, por ello, de alentar el asesinato de dos policías hace nueve días.
En la ceremonia de inauguración, en el foro del Madison Square Garden, las rechiflas para De Blasio sucedieron tanto al inicio de su discurso como cuando expresó que los reclutas confrontarían problemas que no habían creado.
“Confrontarán toda clase de problemas. Seamos honestos acerca de la realidad de nuestra sociedad. Confontarán todos los problemas que plagan nuestra sociedad, problemas que ustedes no crearon”, dijo De Blasio.
Una persona en la audiencia gritó: “Tú los creaste”, lo que generó aplausos de una porción minoritaria de los miles de asistentes a la ceremonia. Asimismo, unas 12 personas le dieron la espalda al alcalde mientras ofrecía su discurso.
Apenas la víspera, durante el funeral de uno de los oficiales asesinado el pasado día 20, Rafael Ramos, miles de policías le dieron la espalda a De Blasio, como una crítica a lo que consideran que ha sido su escaso apoyo para su causa frente a manifestantes.
Las protestas en la ciudad se originaron luego de la muerte en julio pasado de Eric Garner, cuya muerta por asfixia a manos de un policía de la ciudad fue captada en video. Los manifestantes también protestaron por la muerte en agosto de Michael Brown en Missouri.
Las manifestaciones tomaron renovada fuerza luego que en noviembre pasado jurados decidieron no presentar cargos en los casos de Garner y de Brown, lo que aumentó la demanda ciudadana por terminar con los abusos policiales y hacer justicia.
De Blasio se reunió con líderes de las protestas, además que aceptó haber aconsejado a su hijo, de tez oscura, tener un cuidado especial en sus encuentros con la policía, lo que fue tomado como una crítica por los uniformados.
El mismo día de la ejecución de los uniformados en Nueva York, el líder del sindicato de la policía local, Patrick Lynch, aseguró que De Blasio tenía “las manos manchadas de sangre”, en tanto que otras voces lo culparon de la animosidad popular contra los oficiales.
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