Triste cierre de 2014 es el de las águilas que partieron, en teoría, con alas abiertas a Europa y hoy parece que en realidad no estaban listas. Son los casos de Guillermo Ochoa, Diego Reyes y Raúl Jiménez, todos campeones en su momento y joyas de la cantera americanista que partieron al futbol europeo con ilusiones en las plumas y en el presente se ven con las alas rotas por la situación de inactividad que cada uno padece en sus conjuntos.
Empezando por Guillermo Ochoa, el más mediático de todos, titular indiscutible en el Tri de El Piojo, con el cual encumbró una gran actuación en la pasada Copa del Mundo de Brasil que lo catapultó hasta el Málaga español, pero que ha sido ignorado por el entrenador Javier Gracia, quien ha preferido al camerunés Carlos Kameni para cuidar el arco del club malagueño, mientras que Ochoa no ha jugado ni un minuto y todas las semanas se especula con su futuro, que si el Liverpool ya lo espera en el verano, que si el futbol francés podría volver a ser su casa, especulaciones y nada de certidumbre para un ex águila que hoy no le queda más que conformarse con calentar la banca.
Y ni hablar de la situación de Diego Reyes en el Porto, otro visitante distinguido en el banquillo, la tribuna o en el Porto B, donde Reyes sufre por su falta de continuidad en un club que lo ha marginado a tal grado que ni siquiera lo inscribió para jugar la Champions League 2014-2015. De hecho, el cuadro luso ha aceptado que Reyes podría emigrar en el mercado invernal al PSV, donde por cierto juega el mexicano Andrés Guardado, o al Olympiacos griego, en un intento desesperado de darle minutos al central mexicano para recupera en algo los casi 10 millones de dólares que costó el americanista al que parece no le sentó la transformación de aguilucho a dragón.
Si la situación de Ochoa y Reyes es complicada, el caso Raúl Jiménez es más dramático en el Atlético de Madrid. Ahí, Jiménez pasó de la extrema confianza al apartado total. Y es que tanto esperaban del delantero en los Colchoneros que hasta hubo un partido amistoso entre el campeón de Liga española y el América como parte del cierre de contrato. Jiménez llegó al Atlético y de inmediato fue convocado por Simeone para jugar la Supercopa ante el Real Madrid. Arrancó entre los hombres preferidos por el técnico para la Liga, al menos durante tres juegos, fue lo que duró la confianza en Jiménez. Hoy, en sus números el chico tiene apenas tres apariciones como titular en 17 partidos y corre gran riesgo de ser cedido a un club de menor abolengo, sobre todo con el regreso de El Niño Torres a los Colchoneros.
Son las flamantes joyas azulcremas, aguiluchos que partieron a la conquista de Europa y que hoy aparecen en el horizonte con las alas rotas.