Al inicio de 2009, las personas llamaban insistentemente a una radio local de Tamaulipas a preguntar por qué las noticias no mencionaban un crimen en su barrio. Era el principio de la violencia del narcotráfico en este estado cuando los medios sufrieron muchos ataques y recibieron amenazas del crimen organizado.

 

Cinco años después, los medios en Tamaulipas promueven una autocensura casi total en su forma de cubrir el crimen. El medio más afectado ha sido la radio, aunque los periódicos regionales también han sido impactados. “Muchos de nuestros radioescuchas me dijeron que ya no dependían de nosotros para sus noticias sobre crimen en sus barrios, pero no teníamos otra opción,” explica un locutor.

 

Como en Tamaulipas, entre el 2008 y 2011, los medios regionales mexicanos comenzaron a cortar su cobertura del crimen organizado, asumiendo una autocensura que varía en cada estado y que ha tenido un alto impacto en cómo los ciudadanos consumen noticias en muchas regiones mexicanas.

 

Para tomar el pulso de cómo la autocensura ha afectado a los residentes de varios estados, la Fundación MEPI realizó un sondeo telefónico en 15 entidades que sufren inseguridad. El sondeo encontró que ocho de cada 10 mexicanos que viven en 15 ciudades con alto nivel de criminalidad saben que los medios regionales no cuentan lo que sucede en sus estados.

 

Algunos ciudadanos buscan en internet y redes sociales la información que no sale en periódicos, radio o televisión, pero sólo 40% de los mexicanos utiliza la red, lo que significa que al menos seis de cada 10 habitantes de esas regiones del país se quedan con una información de seguridad sesgada o parcial.

 

El sondeo tiene algunas imperfecciones, ya que fue conducido por teléfono y sólo cuatro de cada 10 mexicanos tienen teléfonos fijos. Además, muchos ciudadanos rehúyen hablar sobre seguridad por teléfono. Sin embargo, el sondeo da un panorama general de cómo la situación de seguridad y una falta de cobertura por los medios tradicionales locales ha impactado a la población en estados mexicanos, especialmente en lugares que son difíciles de visitar.

 

La muestra general fue de cinco mil números, de los que se completaron tres mil 97 minientrevistas de 10 minutos en promedio en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Veracruz, Durango, Tamaulipas, Guerrero, Zacatecas, Morelos, Hidalgo, Tabasco, Jalisco y Aguascalientes.

 

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Michoacán se eliminó del conteo porque los residentes rehusaron hablar de seguridad por teléfono. Hubo un promedio de 206 llamadas por estado, con una participación de hombres y mujeres del 52% y 48%. Las llamadas se hicieron durante el día y la noche para garantizar la participación de diferentes miembros de una familia.

 

En el 2010 y 2011 la Fundación MEPI completó dos estudios sobre la autocensura en medios regionales mexicanos por amenazas del crimen organizado. Aunque el tema se había cubierto por los medios nacionales e internacionales no había estudios cuantitativos.

 

Fundación MEPI midió la autocensura en 11 medios regionales y lo que encontró sobre la cobertura informativa de 2010 fue preocupante. En el mejor caso, los medios en muchos estados cubrían sólo tres de cada 10 historias sobre crimen organizado.

 

En el 2011, los números mejoraron; sin embargo, la prensa regional había parado de dar contexto y seguimiento a los temas de violencia por el crimen organizado. Esta tendencia no se ha mejorado, aun cuando la incidencia delictiva en la mayoría de estados incluidos en el sondeo ha bajado. En la investigación de 2011, residentes de varios estados nos explicaron cómo sentían un alto nivel de fragilidad por la falta de información en relación al crimen organizado en sus ciudades.

 

Radio, la primera víctima

 

Uno de los principales hallazgos del sondeo es que la mayoría de los ciudadanos en varios estados dejaron de depender de los noticieros de radio. Siete años después que el ex presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narco y se desató una reacción de los grupos criminales contra la prensa regional, muchas estaciones de radio pararon de ser las primeras en anunciar asesinatos y otros hechos delictivos. Los que notaron la diferencia fueron los consumidores de noticias que, como los usuarios en Tamaulipas, dejaron de escuchar su radio local.

 

Un director de radio en Tamaulipas que pidió no ser identificado explica: “Recuerdo que en 2009 comenzaron los primeros enfrentamientos entre diversas bandas delincuenciales y nosotros solíamos difundir el saldo de estos hechos. Pero poco a poco, primero el Ejército y luego civiles armados que decían representar a estos grupos, nos pidieron, nos exigieron que dejáramos de difundir las notas porque les calentábamos la plaza”.

 

Radio Estéreo Mayrán en Torreón, Coahuila, es otro ejemplo de cómo las estaciones de radio locales cambiaron con las amenazas de los grupos criminales. Coahuila sufrió un alto nivel de criminalidad entre 2009 y 2013, cuando el grupo armado de los Zetas se enfrentó con el Cártel de Sinaloa por control territorial.

 

Entre esos años, el porcentaje de asesinatos per cápita en las principales ciudades de este estado saltó de cuatro a 41 por cada 100 mil habitantes (de 2009 a 2012). La violencia forzó a Radio Estéreo Mayrán a cambiar su forma de hacer noticias.

 

“Sobre crimen organizado tal vez anunciábamos los más mínimos detalles”, explica Marcela Pamanes, directora del grupo. “Si el ciudadano quería saber sobre un hecho en particular tenía que buscarlo en otro lado. Fue la única manera de proteger a nuestros reporteros,” añade. El nivel de asesinatos en el estado bajó a 27 por cada 100 mil habitantes en 2013, pero la forma de cubrir el crimen por Mayrán cambio para siempre.

 

Falta de información

 

La mayoría de ciudadanos en los estados afectados por el crimen organizado sigue prefiriendo a los medios tradicionales, como el periódico local y la televisión abierta, a pesar que ambos han limitado sus reportes diarios sobre violencia. Una tercera parte de los usuarios se informan por internet.

 

El sondeo intentó tomar la temperatura de la inseguridad en los usuarios de noticias. La falta completa de información sobre seguridad ha tenido un impacto importante en los consumidores de noticias. Ocho de cada 10 entrevistados decían que sentían pánico por la falta de noticias sobre seguridad.

 

La falta de información ha seguido impactando a los residentes de Veracruz, Jalisco, Morelos, Chihuahua y Zacatecas, estados que siguen enfrentando niveles considerables de violencia. En Veracruz, 90% de los encuestados admite que no encontrar información sobre temas de seguridad del estado le provoca una sensación de miedo, y cinco de cada 10 entrevistados dijeron que sentían pánico.

 

El investigador Felipe Hevia de la Jara, miembro del CIESAS, en Xalapa, Veracruz, dice que “los medios de comunicación han perdido confianza porque no son consistentes en el tiempo”. De acuerdo con Hevia, el rol que tienen los medios de comunicación es de generar información para disminuir la incertidumbre en el futuro, que los ciudadanos sepamos con esa información a qué atenernos”.

 

 

Mala percepción

 

Lo interesante es que los usuarios de noticias en los estados que utilizan internet tienen percepciones más bajas de inseguridad de sus estados. Cuatro de cada 10 usuarios que prefieren la red en todos los estados pensaban que su ciudad era muy insegura.

 

Sin embargo, el impacto en los usuarios de noticias incompletas que se informan por televisión o el periódico local es más marcado. Por ejemplo, ocho de cada 10 usuarios que preferían la televisión y el periódico pensaban que su ciudad era insegura. Estos números indican que cuando un medio se limita a publicar la nota roja y no incluye contexto y detalles, termina teniendo un impacto negativo en los lectores.

 

Internet es un medio importante para ciudadanos en Veracruz, Jalisco, Morelos, Chihuahua y Tabasco donde cuatro de cada 10 usuarios nos dijeron que preferían ese medio que proporcionaba más información que los tradicionales. En Tabasco, Guerrero y Veracruz, seis de cada 10 hombres preferían internet, y sólo cuatro de cada 10 mujeres. El número se invertía en Sinaloa y Hidalgo, donde seis de cada 10 mujeres preferían usar la red en comparación con cuatro de cada 10 hombres.

 

Cambios de vida

 

La sensación de inseguridad y cómo la falta de información en los medios afecta la percepción ciudadana es más marcada entre las mujeres que consumen noticias. Ocho de cada 10 mujeres entrevistadas dijeron que su ciudad es insegura, de acuerdo con las noticias que leen o ven en los medios. Muchas mujeres que entrevistamos se rehusaban a hablar sobre seguridad por teléfono. Esto va con las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que estima que la inseguridad para las mujeres creció 155% entre el 2007 y el 2012.

 

El sondeo terminó con una división equitativa por edades. El 58% de las personas encuestadas tenían entre 20 y 40 años. Esta es la población más activa social y económicamente del país. Además de ser un sector poblacional que busca un mejor acceso a la información para tomar decisiones diarias correctas.

 

El 42% estaba entre los 40 y más de 50 años, una población que está acostumbrada a obtener sus noticias de los medios tradicionales como la televisión y el periódico.

 

Seis de cada 10 entrevistados, o 57%, tenían una actividad económica y eran empleados, profesionales independientes o free lance, comerciantes o empresarios.

 

Cuatro de cada 10 entrevistados, o 43%, no eran parte de la población económicamente activa, y sus actividades eran estudiante, ama de casa, desempleado y jubilado.

 

Entre las mujeres, 4 de cada 10 eran amas de casa y dos de cada 10 eran empleadas. Cinco de cada 10 hombres entrevistados eran empleados, y tres de cada 10 eran comerciantes.

 

Otras observaciones

 

En Tamaulipas, las personas querían seguir hablando con el entrevistador. Uno de los entrevistados nos lo explicó directamente: “espero que la información que les brindamos les sirva a las autoridades para que pongan más atención porque la situación sigue estando muy peligrosa.”

 

Entre los estados que se han vuelto más violentos últimamente, como Morelos y Sinaloa, los entrevistadores también encontraron un público muy interesado en dar su opinión. En Sinaloa, que hasta hace poco era supuestamente controlado por el cártel de Sinaloa, y como tal, el nivel de violencia no estaba fuera de control, se encontró una población con miedo. Los participantes querían hablar y explicar su nueva situación de seguridad en un estado donde la hegemonía de un cártel tradicional está siendo desafiada.

 

En Morelos, un lugar que hasta el 2012 era el destino de fin de semana para residentes del Distrito Federal, cuatro de cada 10 encuestados se quejaban por la nueva ola de violencia. Criticaban la falta de respuesta de las autoridades locales y expandían sus respuestas casi por el doble del promedio de las otras llamadas.

 

Los residentes de Veracruz, Jalisco, Morelos, Chihuahua y Zacatecas marcaron los índices más altos de pánico ante la falta de información. Los usuarios que viven en estos estados prefieren leer las noticias en internet. Sólo los residentes de Zacatecas siguen prefiriendo el periódico local para informarse.

 

Agradecemos a Freedom House por el apoyo para esta investigación.

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