LONDRES. La enfermera diagnosticada con ébola en Escocia tras regresar de Sierra Leona recibe tratamiento en una unidad especial del hospital Royal Free de Londres, mientras las autoridades revisan los protocolos que se aplican para estos casos.

 

La enferma, cuya identidad no ha sido facilitada, es empleada del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) y trabajaba en Sierra Leona con la organización humanitaria “Save the Children”, según indicaron los medios británicos.

 

Este es el segundo caso británico de ébola, tras el del enfermero William Pooley, que contrajo el virus el pasado agosto mientras trabajaba en Sierra Leona, pero que se recuperó tras ser repatriado a Londres para recibir tratamiento en el hospital Royal Free.

 

Además del caso escocés, otras dos personas -una en Escocia y otra en Inglaterra- son sometidas actualmente a análisis por presentar síntomas de ébola tras haber estado en África occidental, según informaron hoy las autoridades sanitarias.

 

La sanitaria de Escocia, que había volado desde Sierra Leona a Glasgow con una escala en Casablanca (Marruecos) y Londres, fue trasladada esta mañana a la capital británica en un avión militar y al cuidado de enfermeros que portaron los trajes especiales de protección.

 

La paciente había viajado a Glasgow en un vuelo de British Airways (BA), por lo que la aerolínea ha empezado a ponerse en contacto con los otros 71 pasajeros que viajaron en el mismo avión desde Londres como medida de precaución.

 

“La seguridad de nuestros pasajeros y de nuestra tripulación es siempre nuestra prioridad y el riesgo para la gente que viajaba a bordo es muy bajo”, señaló hoy un portavoz de la aerolínea.

 

El ministro británico de Sanidad, Jeremy Hunt, dijo hoy que el gobierno hace todo lo necesario para proteger a la población y agregó que se revisarán los protocolos que se aplican a los trabajadores del NHS que trabajan en Sierra Leona.

 

En virtud de los protocolos en vigor en Reino Unido, cualquier persona a la que se le ha diagnosticado ébola debe ser trasladada a la unidad de aislamiento preparada especialmente en el hospital Royal Free de la capital británica lo antes posible.

 

Según las autoridades sanitarias británicas, esta unidad cuenta con todas las instalaciones y el personal necesarios para asegurar que el paciente recibe el mejor de los cuidados.

 

Los expertos han puntualizado que el contagio del ébola es mayor cuando aparecen los síntomas, por lo que han resaltado las pocas probabilidades de una extensión del mal ya que la enferma se puso en contacto con los médicos en cuanto se sintió mal.

 

El director médico de la Sanidad Pública de Inglaterra, Paul Cosford, calificó a la mujer con ébola de “persona muy valiente” que decidió viajar a Sierra Leona para atender a los enfermos.

 

Cosford señaló que unas 150 personas en Reino Unido fueron sometidas recientemente a análisis por ébola, pero -con excepción de Pooley y la mujer de Escocia- todas han dado negativo.

 

La asesora médica de la Sanidad en Inglaterra, Sally Davies, defendió hoy las medidas que aplica el país para estos casos.

 

“Disponemos de un sistema sanitario fuerte, bien desarrollado para atender enfermedades infecciosas, apoyado por una gran variedad de expertos”, puntualizó Davies.

 

El pasado agosto, el británico William Pooley, de 29 años, se infectó del virus mientras colaboraba con los enfermos en Sierra Leona y fue repatriado al Reino Unido en un avión militar británico para recibir tratamiento con el fármaco ZMapp en el Royal Free.

 

William Pooley fue dado de alta en septiembre pasado tras haberse recuperado totalmente.

 

El ébola, cuyos primeros síntomas son fiebre, dolores musculares, cansancio y dolor de cabeza, ha causado la muerte de unas 7,800 personas en África occidental desde que el brote empezó hace un año.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que el número de personas infectadas en Sierra Leona, Liberia y Guinea ha superado ya la cifra de 20 mil.

 

 

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