MOSCÚ. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, usó su mensaje de Año Nuevo para destacar la anexión de la península de Crimea como un logro que “permanecerá por siempre como un hito en la historia nacional”.
El mensaje grabado con anterioridad a su difusión este miércoles ya fue transmitido en las regiones orientales del país, donde la festividad se celebra horas antes debido a la diferencia horaria con respecto a Moscú.
El Kremlin también dio a conocer varias docenas de mensajes de Año Nuevo a otros tantos jefes de gobierno, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Putin aludió al 70 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, próximo a cumplirse, y dijo a Obama que debería servir como recordatorio de “la responsabilidad que tienen Rusia y Estados Unidos para el mantenimiento de la paz y la estabilidad internacional”. Moscú está ansioso porque las relaciones avancen, pero siempre y cuando haya “igualdad y respeto mutuo”.
Luego de que el presidente Ucrania, aliado de Moscú, fuera derrocado en febrero, Moscú envió tropas para apoderarse de Crimea, donde se encuentra una base naval rusa. Esas fuerzas bloquearon las guarniciones militares ucranianas y sentaron las bases para un referendo organizado con apuro sobre la adhesión de Crimea a Rusia, que Ucrania y Occidente tacharon del ilegal.
Occidente impuso drásticas sanciones contra Rusia por la anexión de Crimea y el apoyo de Moscú a insurgentes prorrusos en el oriente de Ucrania, donde los combates entre tropas del gobierno y los rebeldes han causado la muerte de más de 4.700 personas desde abril.
Los efectos de las sanciones y la baja en los precios del petróleo han causado que el rublo, la moneda rusa, haya perdido la mitad de su valor en el año y la economía ha caído en recesión. Putin ha prometido que la economía se recuperará en dos años pero no ha podido ofrecer un plan específico para evitar la dependencia del país de los ingresos procedentes de la venta de gas y petróleo.
En su discurso Putin elogió el “regreso a casa” de Crimea, una posición que comparten muchos rusos, quienes consideraban una injusticia el dominio de Ucrania sobre esa región del Mar Negro. Crimea se convirtió en parte de Ucrania cuando el líder soviético Nikita Jruschev regaló la península a su tierra natal en 1954. Eso no importó demasiado hasta que la Unión Soviética se desintegró en 1991 y Crimea se integró a la Ucrania independiente.
Expertos han advertido que la popularidad de Putin, que se elevó fuertemente con la anexión de Crimea, puede caer rápidamente debido a la mala situación económica del país. No obstante, el líder evitó hacer referencia directa a los problemas financieros en su discurso de Año Nuevo y elogió a sus ciudadanos por su disposición para permanecer unidos “tanto en los días de triunfo como en los pruebas” y mantener su “unión y solidaridad”.
Putin también envió mensajes a organizaciones internacionales como el Comité Olímpico Internacional y la FIFA pero en la lista de destinatarios de estos mensajes había una ausencia notable, la del presidente ucraniano Petro Poroshenko.
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