La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) publicó las nuevas normas para etiquetar alimentos genéticamente modificados, también conocidos como “transgénicos”; de esta manera abre la puerta para su utilización confinada, liberación experimental, liberación en programa piloto, liberación comercial, comercialización, importación y exportación de los mismos.
Los transgénicos, define la organización ambientalista Greenpeace, son seres vivos creados artificialmente insertando en una planta genes de virus, bacterias, vegetales, animales e incluso humanos para producir -por ejemplo- especies de semillas que sean insecticidas, que resistan plagas o herbicidas.
Para Greenpeace, el objetivo principal de producir este tipo de organismos es controlar la producción de alimentos.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SAG/BIO-2014 será posible comercializar granos y semillas transgénicos destinados a la siembra, cultivo y producción agrícola; sin embargo, será necesario especificar en el etiquetado las características de la combinación genética adquirida y sus implicaciones relativas a condiciones especiales y requerimientos de cultivo, así como los cambios en las características reproductivas y productivas.
La norma, que entrará en vigor seis meses después de su publicación en el Diario Oficial de la Fderación, fue expedida en el marco de la operación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM); y establece que será facultad de la Sagarpa regular, resolver y expedir permisos relacionados con actividades con transgénicos, como vegetales que se consideren especies agrícolas y sus semillas.
La información que incluyan los envases de semillas o vegetales para su venta, deben alertar que las semillas no deben sembrarse ni cultivarse en zonas no autorizadas para su liberación y que no son materiales aptos para consumo.
En noviembre, la Comisión Federal para Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud aprobó el libre consumo de 132 OGM de maíz, algodón, soya y canola, principalmente, para consumo humano.