SHANGHÁI. La gente que no podía contactar con sus amigos y familiares se dirigía a los hospitales ansiosa por obtener información tras una estampida durante las celebraciones de Año Nuevo en un histórico muelle de Shanghái en la que fallecieron 36 personas, la peor catástrofe de los últimos años en una de las ciudades escaparate de China.
Los acontecimientos se produjeron en la Plaza Chen Yi, uno de los espacios más emblemáticos de la capital económica de China, con vistas a los rascacielos del Lujiazui, el barrio financiero, y uno de los escenarios habituales de las celebraciones de Año Nuevo en la ciudad. Al barrio se le reconoce como Bund. En él destaca una avenida con edificios de arquitectura art decó de las décadas de 1920 y 1930, cuando Shanghái era sede bancos internacionales y casas de bolsa.
El Bund es uno de los dos principales lugares de encuentro para celebrar el cambio de año en Shanghái -la otra es la conocida como Times Square de la urbe china, situada en la avenida comercial de Huaihai Lu-. El año pasado alrededor de 300 mil personas asistieron a la fiesta del Bund, una cantidad que sobrepasó las previsiones de las autoridades locales y provocó un caos de tráfico.
De los 36 fallecidos, de edades entre 16 y 36 años, 25 eran mujeres, la mayoría veinteañeras, y los 11 restantes, hombres, afirmaron fuentes médicas a la agencia estatal Xinhua.
En uno de los hospitales donde se atendía a los heridos, la policía llevó fotos de los fallecidos a quienes no pudo identificar, lo que causó que decenas de familiares que aguardaban noticias se apiñaran alrededor de la mesa. No todos podían mirar. Una mujer joven que miró las fotos que alguien tomó con un celular rompió a llorar.
Una vendedora de veintitantos años que se negó a dar su nombre dijo que había estado celebrando el Año Nuevo con tres amigos. “Escuché a gente gritar, alguien se cayó, la gente gritaba ‘no corran”’, relató. Dijo que no había podido localizar a unos de sus amigos. “Había demasiada gente y no podría mantenerme de pie”.
Mientras los habitantes de la urbe se concentraban en el lugar de los hechos para recordar a las víctimas, la policía china comenzó a investigar las causas de este suceso que tiñó de tragedia lo que iba a ser una fiesta.
Según los primeros testimonios de los supervivientes divulgados por la prensa china, la avalancha se originó en las escaleras de una plataforma elevada adyacente a la plaza, junto al río, donde se aglomeró gran cantidad de personas, y debió estar relacionada con el lanzamiento de unos cupones desde edificios aledaños.
Testigos que estuvieron en la fiesta relataron al periódico Shanghai Daily que la avalancha se formó cuando se bloqueó el acceso a las escaleras en los alrededores de la ribera del Huangpu a un gran grupo de gente, que cayó al suelo y formó una aglomeración.
Además, otros testigos dijeron a la agencia Xinhua que desde las ventanas de edificios cercanos se estaban lanzando cupones que parecían billetes de dólar, que llevaban impreso el nombre de un bar de la zona, y que la gente que se encontraba en la zona empezó a pelearse por conseguirlos.
Algunos supervivientes definieron las escenas que se vivieron en los instantes posteriores a la estampida humana como “infernales y horrorosas”, según Xinhua.
“Los escalones que suben a la plataforma estaban llenos de gente. Algunos querían bajar y otros querían subir”, detalló una superviviente identificada como Yin a la agencia oficial.
“Nos quedamos atrapados en medio y vimos a algunas chicas caer mientras gritaban. A continuación la gente empezó a caer”, añadió la superviviente, cuyo hijo de 12 años acabó también en el suelo y con la ropa cubierta de huellas de pisadas.
La agencia oficial de noticias Xinhua citó a una mujer por el apellido Yin que se vio sorprendida con su hijo de 12 años en medio de una multitud de gente empujando para subir y bajar los escalones que conducen desde la plaza.
“Entonces la gente empezó a caerse hacia abajo, fila a fila”, dijo Yin. Cuando su hijo se puso a salvo, tenía huellas de zapatos por toda su ropa, “su frente estaba magullada, tenía dos marchas profundas en el cuello y le sangraban la boca y la nariz”, añadió.
Xia Shujie, vicepresidente del Hospital Popular No. 1 de Shanghái, dijo a periodistas que algunas de las víctimas habían sido asfixiadas.
En el hospital, que estaba custodiado por la policía, un hombre que sólo dio su apellido, Li, dijo que había identificado el cuerpo de un primo de su esposa entre los muertos.
Antes el jueves, los familiares que buscan desesperadamente información intentaron empujar a los guardias del hospital para acceder al edificio, pero estos emplearon un banco para contenerlos. Más tarde, permitieron que los familiares entrasen en el centro.
CCTV America, la versión estadounidense de la televisora estatal China Central Television, publicó un video de las calles de Shanghái después de la estampida, en el que se pueden ver pilas de zapatos entre los despojos.
Una fotografía del lugar difundida por la agencia estatal de noticias china Xinhua muestra a por lo menos una persona haciendo compresiones sobre el pecho de un hombre sin camisa, mientras otras personas yacen tiradas cerca. Otra imagen muestra la zona acordonada por la policía.
El jueves por la mañana, docenas de agentes patrullaban la zona mientras turistas seguían paseando por la plaza, un pequeño trozo de hierba dominado por una estatua de Chen Yi, el primer alcalde comunista de la ciudad.
Las escaleras van desde la plaza a una carretera a través de varios edificios.
“Estábamos escaleras abajo y queríamos subir, y quienes estaban escaleras arriba querían bajar, así que fuimos empujados por las personas que venían de arriba”, dijo un hombre lesionado a Shanghái TV. “Todos los que querían subir se cayeron en las escaleras”.
Xinhua citó al testigo Wu Tao diciendo que algunas personas se habían abalanzado para agarrar cupones que parecían billetes de dólar con el nombre de un bar que estaban siendo lanzadas desde una ventana de un tercer piso. Dijo que la causa de la estampida sigue bajo investigación.
La semana pasada, el periódico Shanghái Daily reportó que el tradicional conteo de fin de año en Bund, que normalmente atrae a unas 300 mil personas, había sido cancelado, al parecer por problemas de control de multitudes. El reporte decía que se realizaría una versión “achicada” del evento, pero que no estaría abierta al público.
MG