BERLÍN. Se podría aplicar la máxima de que no es lo mismo Los tres mosqueteros que veinte años después. Cinco años después del susto que provocó la posible salida de Grecia de la zona euro, hoy, parece que la crisis política griega no espanta a la canciller alemana Angela Merkel.

 

En aquella ocasión, Merkel dijo que admitía discusiones sobre si debía seguir o no el país heleno con el euro. AL mismo tiempo, Merkel impulsó una rígida política de ahorro fiscal a sus socios, medida que al día de hoy sigue vigente.

 

Ahora, ante el riesgo de que el partido de izquierda radical, Syriza, gane las elecciones adelantadas para el próximo 25 de este mes, Merkel cambió radicalmente de opinión sobre el tema de la posible salida al creer que la eurozona podría sobrevivir si un futuro gobierno griego lidereado por Alexis Tsipras decidiera abandonarla.

 

El radical cambio de postura de la canciller, una  medida que también comparte su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, fue revelado por la revista Der Spiegel, que asegura que ambas figuras aceptarían la salida de Grecia en el caso de que Syriza así lo decidiera. Ese escenario fue bautizado por Berlín como “Grexit”.

 

Eso implica un cambio de la posición alemana que se debe, según Der Spiegel, a que los progresos que se han hecho en la eurozona desde el punto álgido de la crisis en 2012 hacen que el peligro de contagio haya disminuido considerablemente.

 

Además, añade que los planes de saneamiento de Portugal e Irlanda se considera que han tenido éxito y ahora se dispone del MEDE como un mecanismo efectivo de rescate: “El peligro de contagio es limitado debido a que se considera que Portugal e Irlanda están rehabilitados”.

 

La Cancillería y el Ministerio de Finanzas no han querido confirmar ni desmentir las informaciones de Der Spiegel.

 

Hace unas semanas Schäuble había advertido de que un abandono de las reformas en Grecia dificultaría la situación y subrayado que los acuerdos de Atenas con la UE seguirían vigentes aún en el caso de un cambio de gobierno.

 

El gobierno alemán considera una salida de Grecia casi como inevitable si el partido Syriza gana las elecciones; también piensa que ya no puede seguir cediendo a las presiones de Grecia ante el peligro de que nuevas concesiones alienten a países como Francia e Italia a dejar de lado sus reformas y le den más argumentos al Frente Nacional de Francia, al movimiento Conco Estrellas de Beppe Grillo en Italia o a Podemos en España.

 

El artículo de la revista, que tuvo amplia repercusión en las ediciones digitales de la prensa germana, no fue comentada por el Gobierno, ni tampoco por el ministerio de Finanzas.