Otto Skorzeny fue uno de los soldados de élite de la Alemania nazi, Adolf Hitler lo tenía en alta estima y lo apreciaba como uno de sus mejores soldados, tanto que le encomendó salvar a Benito Mussolini cuando éste estuvo retenido en un hotel en los montes Apeninos en Italia.
Luego de rescatar al Duce su fama se extendió por todo el continente donde lo apodaron El hombre más peligroso de Europa.
Nacido en Austria en 1908, Skorzeny era inconfundible por una enorme cicatriz que le atravesaba el rostro.
Intentó matar al entonces general estadounidense Dwigh D. Eisenhower en la batalla de las Ardenas, en diciembre de 1994.
A la caída del régimen, ayudó a escapar a varios de sus compañeros y él logró huir a España desde donde viajó a Argentina donde conoció al presidente Juan Domingo Perón, donde logró convertirse en asistente y guardaespaldas de Eva Perón.
En Argentina forjó fama de seductor, incluso se llegó a especular una posible relación sentimental con Evita. Lo que si se asienta en informes es que impidió un atentado contra la carismática mujer del presidente.
Fue juzgado durante los juicios de Dachau en 1947 por crímenes de guerra pero no fue encontrado culpable.
Para 1957 llegó a Irlanda donde fue recibido como un héroe gracias al nacionalismo irlandés con profundo odio hacia Reino Unido y bajo la premisa “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” pero sobre todo ayudado por la época donde aún no se conocían los detalles del holocausto.
Pasó la parte final de su vida en una granja criando caballos pero Irlanda nunca le otorgó un visado permanente, murió en Madrid a causa de cáncer en 1975.