El senador del PRD habla sobre su anunciada decisión de abstenerse de participar en las próximas elecciones como candidato de su partido al gobierno de Guerrero. Reprocha que no existan en el sol azteca intenciones serias de cambiar la situación que hoy se vive en la entidad y rechaza formar parte de una “red de complicidades” que busca encubrir la corrupción e impunidad en esa entidad.
¿Qué lo llevó a tomar la decisión de no buscar la candidatura al gobierno de Guerrero?
Creo que las condiciones que imperan en el estado de Guerrero no han cambiado como debiera, a través de acciones y compromisos de distintos actores que, reconociendo la crisis que derivó de Iguala, hubieran hecho cambios contundentes y claros. Uno tiene que fijarse tiempos y límites para tomar decisiones y al no ver que hubiera cambios y modificaciones trascendentes, hice pública está determinación.
Yo vi, por el contrario, un intento de querer proteger y cuidar eso que suena a complicidad e impunidad para garantizar que las cosas sigan tal cual. Y estas condiciones me detallan una posible red de complicidades que no se ha atendido y que no se ha solucionado con claridad y yo no estoy dispuesto a compartir una dinámica de acuerdos para obtener una candidatura.
¿Por qué esperar tanto tiempo para tomar esta decisión? ¿Por qué después de tantos años de trabajar para buscar la gubernatura?
Es una decisión que fui procesando, que se fue construyendo, se fue generando a partir de lo que estoy viendo. El caso Iguala ocurrió hace tres meses y yo observo una necesidad de que el gobierno federal actúe y no lo hace, veo que el partido tiene una obligación de cambiar su modelo de elección de candidatos y no lo hace, y estoy viendo que nadie asume su responsabilidad, pues es para mí una evidencia de cómo están las cosas. Por esa mi decisión clara, contundente de la que estoy plenamente convencido.
Afirma reservándose los nombres, que hay “quienes” le insinuaron aceptar un pacto para obtener la candidatura a cambio de encubrimiento.
Hubo insinuaciones para sentarme a acordar con actores que creo yo, más que ser parte de la solución, son parte del problema. Fueron insinuaciones que por sí solas me hicieron sentirme indignado y lamentablemente es una forma de concebir como está funcionando el estado. No comparto la componenda y por ello no pude mantenerme en un proceso de selección interna de candidato.
El simple hecho de pensar en una candidatura te puede llevar a la lógica de llegar a un acuerdo, sobre todo porque dependes del Consejo Estatal para que seas reconocido como candidato, hay actores de los que dependes y yo no estoy de acuerdo con ese esquema de elección. No podemos seguir la lógica pragmática de buscar con quien ponerte de acuerdo, de dar algo a cambio o incluso tapar algo para llegar a un cargo de elección popular.
Usted dijo que “quienes tenían el poder hoy lo vuelven a tener y son quienes forman parte de la toma de decisiones para las candidaturas…”
Bueno, me refiero al ex gobernador Ángel Aguirre. Y de nuevo volvemos a caer en una dinámica en la que quienes debieran estar rindiendo respuestas y claridades respecto a hechos, a omisiones. De pronto parece que nada ocurrió y se puede estar tan campante y tan inercial. Eso es a lo que me refiero.
¿Qué significado y que implicación tiene que un personaje como Aguirre esté detrás de un proceso electoral, detrás de un candidato a gobernador?
El antes y después de Iguala tiene un significado político, un contexto de responsabilidades políticas y es lamentable que no hemos terminado ese proceso y ya estamos en otro distinto que pudiera derivar en cualquier tipo de implícita componenda de impunidad y me parece que no podemos caer en las garras de esa dinámica, en esa lógica construida para que nada cambie y, entonces, pues desafortunadamente tenemos que tomar medidas drásticas y en mi caso fue abstenerme de participar en este proceso.
Bajo esa lógica, ¿El próximo candidato del PRD para gobernador deberá contar con la simpatía del ex gobernador?
Esa es la posición mía, es como yo lo percibo y por eso estoy tomando la decisión. Me parece que en el caso de la forma en cómo se nombren candidatos es el partido el que deberá tomar definiciones claras que le den una imagen a la sociedad de mucha mejor forma de tomar las decisiones.
De momento hay cinco aspirantes del PRD para gobernar Guerrero, ¿A quién ve en la candidatura?
Más allá de los aspirantes de los perfiles y de las personas que conozco, creo que lo más importante y trascendente es que el partido tome las decisiones correctas. Hoy hay un llamado a la institución, un llamado al PRD, un llamado a la clase política, y yo espero que se reflexiones y se garantice que no caeremos en lo mismo.
¿Podríamos verlo en busca de la candidatura una vez que existan condiciones sociales y políticas para ello?
En este momento no podría caer en futurismos, hay que hacer el trabajo que hoy toca hacer. Cuando mostré mi aspiración la mostré con claridad. Soy guerrerense convencido de que Guerrero se merece un destino distinto y que depende de un esfuerzo colectivo.
Hoy no hay condiciones para ello, pero hay que generarlas desde donde se trate de estar, hay que tener muy claros los objetivos y hoy el principio básico de la movilización política y social en la que quiero participar es en el combate a la corrupción y en el combate a la impunidad.
¿Qué tan alejado de la realidad es ese rumor de que usted eventualmente será el candidato del PRI en esa entidad?
Ese es un sueño guajiro de los priistas, no está en mi intención, jamás lo ha estado. Esta es una decisión personal. Es un sueño, seguramente de los priistas que quieren sacar candidatos porque seguramente no los tienen.