ARLINGTON, Texas. Ezekiel Elliott aportó 246 yardas por tierra y cuatro anotaciones, para que Ohio State conquistara el primer título del fútbol americano colegial en la era de los playoffs, al aplastar el lunes 42-20 a Oregon.

 

Elliott anotó tres veces seguidas en la segunda mitad por los Buckeyes, cuartos clasificados en la llave de cuatro equipos. Los Ducks pusieron el partido interesante en el tercer periodo, cuando se acercaron a un solo punto.

 

Los Buckeyes se sobrepusieron a cuatro balones perdidos para dar a Urban Meyer su primer título, en su tercera temporada como entrenador de Ohio State, luego de conseguir dos cetros en Florida bajo el viejo sistema conocido como BCS.

 

“La misión está cumplida”, dijo Meyer. “Se hizo, esto acabó. Ellos aceptaron esta última tarea y su última instrucción, y la cumplieron. Ése fue nuestro mantra durante el último par de semanas. Fue un trabajo bien hecho y estamos muy satisfechos”.

 

Cardale Jones, quien comenzó la campaña como el tercer mariscal de campo de Ohio State, aportó dos touchdowns y los Buckeyes ganaron su quinto título nacional.

 

Los Buckeyes no eran favoritos en este playoff e incluso surgieron dudas sobre si era merecida su participación. Bajo el viejo sistema de postemporada, este equipo nunca hubiera tenido la oportunidad de ganar un título.

 

Ahora no hay duda. Una vez abortadas las encuestas y subjetividades del viejo sistema, Ohio State es quizás el campeón más legítimo coronado jamás en el fútbol americano colegial.

 

Una lluvia de confeti se abatió sobre los jugadores, mientras la banda de la universidad tocaba ruidosamente, justo al llegar la medianoche.

 

Marcus Mariota, ganador del Trofeo Heisman, lanzó un pase de anotación en la primera serie ofensiva pero no pudo guiar a los Ducks, segundos en la clasificación, hacia lo que hubiera sido su primer título nacional.