En medio de la reclasificación del caso Tlatlaya por la CNDH para considerarlo una investigación de violaciones graves a los derechos humanos, el Estado de México se quedó sin ombudsman.
Esta tarde Marco Antonio Morales Gómez renunció a su cargo como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) para buscar una magistratura en el Poder Judicial estatal.
En los hechos ocurridos el pasado 29 de junio, 22 personas fueron ejecutadas por elementos del Ejército mexicano.
La solicitud de Morales Gómez aduciendo cuestiones “personales y profesionales”, fue admitida en la sesión de la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados mexiquense.
“Por razones estrictamente personales y de carácter profesional me resulta impostergable separarme del cargo que me fue conferido, y por ello presento mi renuncia con carácter de irrevocable a partir de esta fecha”.
En esta misma sesión, la Permanente recibió la renuncia del Baruch Delgado Carbajal a su cargo de magistrado, con carácter de irrevocable, la cual también se aceptó.
Ahora la Legislatura mexiquense debe convocar a diez organizaciones no gubernamentales (ONG) y diez instituciones académicas para que propongan en los siguientes días una terna de la que pueda salir el nuevo ombudsman, según lo dicta la Ley de Derechos Humanos.
“Se encomienda a la Comisión Legislativa de Derechos Humanos sustanciar el procedimiento establecido en la ley de Derechos Humanos y elegir al presidente de la CODHEM consultando a 10 organizaciones no gubernamentales y 10 instituciones académicas a efecto de que se realicen propuestas para su análisis con la propia comisión, la cual en su oportunidad someterá a la legislatura la propuesta de una terna para el cargo”, indicó en sesión el diputado, Josías Catalán.
Marco Antonio Morales Gómez fue designado presidente de la CODHEM en 2009 y aunque su primer periodo terminó en octubre del 2013, el Congreso estatal lo reeligió en el cargo por otro periodo de cuatro años que deja inconcluso a partir de hoy.