La sonda espacial Beagle 2, que aterrizó en Marte en la Navidad de 2003 y de la que se perdió contacto, ha sido localizada aparentemente “intacta” en la superficie del planeta, después de una búsqueda de más de una década, informaron hoy expertos británicos a cargo de ese proyecto.

 

Muchos científicos asumieron entonces que la sonda había quedado destruida tras el impacto a alta velocidad sobre el planeta.

 

Sin embargo, las nuevas imágenes, adquiridas por el Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA, descartan esa posibilidad pues muestran que parece que la sonda está entera.

 

Según la explicación de expertos de la Universidad inglesa de Leicester en la Royal Society de Londres, el diseño del Beagle 2 incorpora una serie de “pétalos” de despliegue, en el que se montaron sus paneles solares, y por las imágenes obtenidas parece que este sistema no se extendió totalmente.

 

“Sin el despliegue completo no había manera de que pudiéramos comunicarnos con la sonda, ya que la antena de radiofrecuencia estaba bajo los paneles solares”, explicó el profesor Mark Sims, director de la misión del Beagle de la Universidad de Leicester.

 

“La causa del fracaso de la sonda es pura especulación, pero podría haber sido, y probablemente lo fue, mala suerte”, dijo Sims.

 

Según el director, pudo tratarse de “un rebote que quizás distorsionó la estructura en el despliegue de los paneles solares”.

 

El misterio sobre el Beagle 2 se produce menos de un año después de la muerte del investigador principal de la sonda, el británico Colin Pillinger, de la Open University.

 

Pillinger fue la fuerza impulsora del proyecto y, aunque su misión no llegó a explorar Marte, se le atribuye el entusiasmo entre el público por la investigación espacial.

 

“A Colin siempre le gustaba hacer una analogía con el fútbol. Sin duda, él habría comparado el aterrizaje del Beagle 2 en Marte con ‘pegar en el travesaño’ en lugar de alcanzar el objetivo completamente”, dijo Judith Pillinger, esposa del científico y miembro del proyecto.

 

Los datos del Orbitador de Reconocimiento de Marte confirman que “Beagle 2” aterrizó a cinco kilómetros del punto previsto de aterrizaje.

 

El Beagle 2, programado para tomar muestras de la superficie y atmósfera del planeta rojo, es un proyecto británico incorporado a la misión de la nave Mars Express, dirigida por la Agencia Espacial Europea.

 

 

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