BERLÍN. El partido opositor alemán de Los Verdes considera que el Gobierno de Berlín debe poner fin a la venta de armas a México después de que en Iguala, donde en septiembre pasado desaparecieron 43 estudiantes, se confiscaran a la policía decenas de armas que nunca deberían haber acabado en esa ciudad.
Según una información que avanzó el semanario “Der Spiegel” y que se publicará mañana, tras la desaparición de los estudiantes se confiscaron “decenas de fusiles de asalto del tipo G36” que se encontraban en manos de la policía local.
El Gobierno alemán concedió entre 2005 y 2007 permisos de exportación para esas armas, pero con la condición de que fueran enviadas a regiones declaradas pacíficas y de que permanecieran en ellas.
El estado de Guerrero, donde se encuentra Iguala, no es una de esas regiones, destaca el semanario.
“La regulación de las exportaciones de armamento alemán establece que un país que vulnera el destino final del material no puede conseguir ningún nuevo permiso”, recalca el diputado de los Verdes Hans-Christian Ströbele.
A su juicio, el Gobierno alemán no puede contentarse con la declaración formal de México de que las armas irán al destino acordado si después no puede comprobarlo.
El pasado 25 de diciembre decenas de activistas y padres de los estudiantes desaparecidos se dieron cita ante la embajada de Alemania en Ciudad de México para exigir a Berlín que deje de vender armas a su país.
Según denunció el portavoz de los padres de los estudiantes desaparecidos, Felipe de la Cruz, la Procuraduría General de la República había informó a los abogados de los familiares de que las armas que “se utilizaron en el asesinato de jóvenes en Iguala y en Cocula son de origen alemán”.
De acuerdo con el abogado de los familiares, Vidulfo Rosales, Alemania tiene prohibido vender armas a los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Chihuahua y Michoacán.
MG