En la actualidad, los rascacielos y grandes edificios de las modernas urbes carcomen poco a poco la vegetación y cada vez parece ser más raro ver un árbol o escuchar un pájaro trinar, lo que en un futuro podría desenlazar en una árida existencia humana sobre pasto sintético o cualquier cosa parecida.
Ahora imagina que vives en Nueva York, Barcelona, Hong Kong, Río de Janeiro o en alguna otra de las numerosas y cada vez más densamente edificadas y pobladas ciudades enclavadas junto al mar en los cinco continentes del planeta, y que ahora está paseando por una de sus calles o avenidas costeras o recorriéndola en bicicleta.
A unos centenares de metros de la costa observas una gigantesca estructura vertical similar a un árbol que surge del mar, la cual tiene una infinidad de plataformas con vegetación situadas por debajo y por encima de las aguas, y que bulle de vida, aleteos, chapuzones y sonidos más propios de un zoo o refugio silvestre.
Al mirar y escuchar este colosal árbol marino o Sea Tree, proyectado por el estudio de arquitectura neerlandés Waterstudio, el observador se sitúa de frente al verdor, la frescura y la naturaleza y da la espalda por unos instantes al humo, las multitudes, el ruido y el tráfico urbanos.
Esta reserva natural flotante, que puede construirse frente a las costas marítimas de las ciudades, será el hogar protegido de numerosos animales y plantas, ofreciendo una salida o solución inédita para conservar la fauna autóctona y sus hábitats en algunas de las principales urbes del mundo.
“El cambio climático y la urbanización ejercen una gran presión sobre el espacio disponible en las ciudades para abrir espacios naturales y nuevas zonas de parques, y el Sea Tree ofrece a aquellas urbes que limitan con el mar la posibilidad de generar un hábitat adicional para aves, abejas, patos, murciélagos y otros pequeños animales e insectos amenazados y a su vez beneficiar al medioambiente urbano”, aseguran desde Waterstudio.
Este innovador proyecto muestra que “la línea de costa ya no pone un límite a la expansión de la ciudad, sino que de hecho es su nueva frontera”, señalan desde este estudio con sede en Rijswijk, especializado en edificaciones en entornos acuáticos y dirigido por el arquitecto Koen Olthuis.
Diseño innovador
“Los primeros ‘árboles marinos’ podrían construirse en las aguas de la ciudad de Nueva York y sólo estarán destinados a los animales siguiendo el proyecto original, ya que no está previsto diseñar estructuras de este tipo para uso humano”, afirmó Ankie Stam, arquitecta de Waterstudio que participa en el proyecto Sea Tree.
De acuerdo a Stam, esta estructura, que incorporará un gran recipiente o espacio recolector de agua dulce en su centro y un compartimento de lastre en su base, constará de entre 20 y 30 plantas abiertas, la mayoría de ellas sobre el nivel del mar, que servirán de refugio para numerosas especies de flora y fauna aérea, terrestre, anfibia y acuáticas (peces y escualos).
El Sea Tree es una forma de facilitar el retorno de la naturaleza y, a la vez, reducir el impacto de la polución, y de solucionar el hecho de que cada vez sea más difícil asignar una cantidad apropiada de tierras para la conservación de la vida silvestre dentro de los límites de las ciudades, según sus creadores.
Para Waterstudio, la conservación de unos hábitats para las aves, abejas, murciélagos y otros animales pequeños no sólo aumentaría la biodiversidad de cualquier ciudad, “sino que también le aportaría una multitud de efectos ambientales positivos, promoviendo la salud y el bienestar de la comunidad”.
Según el estudio arquitectónico que dirige Koen Olthuis, el árbol del mar es un nuevo concepto de estructura flotante de acero, formada por hábitats con vegetación alojados en capas, diseñada exclusivamente para la flora y la fauna, y que posibilitará crear nuevas manchas verdes para una ciudad.
“Este objeto flotante está diseñado y será fabricado teniendo en cuenta todos los elementos esenciales para promover un hábitat abundante para las especies que viven, tanto por encima como por debajo del nivel del agua”, según sus creadores.
“Bajo el agua, el árbol del mar ofrece un hábitat para las pequeñas criaturas del agua o incluso, cuando el clima lo permita, para incorporar arrecifes de coral artificiales”, según el Waterstudio.
Tecnología de las plataformas petrolíferas
Esta estructura se construirá utilizando la última tecnología de alta mar, similar a la empleada actualmente para la construcción de torres de almacenamiento de petróleo que se encuentran en el mar abierto, por ejemplo en Noruega, según la información técnica proporcionada a EFE por la arquitecta Ankie Stam.
Según Stam, “el árbol del mar no sólo proporcionará el ambiente ideal para multitud de especies, sino que además una reducción significativa de las emisiones de CO2, pudiendo ser emplazado a lo largo de las riberas de los ríos, océanos, lagos, puertos, e incluso cerca de zonas industriales e islas”. El CO2 o dióxido de carbono es un gas que fomenta el calentamiento del planeta.
La altura y la profundidad de estas estructuras pueden ser adaptadas de acuerdo a las difente condiciones físicas, como la profundidad del agua, las olas, las mareas y las corrientes acuáticas y, al igual que un árbol de tierra, se moverá suavemente junto con el viento y las olas, y será fijado al fondo marino mediante con un cable y sistema de anclaje, según el estudio
“Cada una de estas estructuras flotantes, que se puede agregar a cualquier ciudad con costa, tiene el potencial de influenciar una zona de varios kilómetros a la redonda de su lugar de amarre, al proporcionar hábitat para muchas plantas y animales en busca de refugio”, de acuerdo a la compañía neerlandesa.
“El agua es un lugar donde se puede emplazar un hábitat para la fauna que no debe ser perturbado por los seres humanos, ya que es una manera perfecta de mantener a la gente alejada”, detalla el equipo de arquitectos de Olthuis.
Según Ankie Stam, este concepto, inspirado en las formas de los árboles terrestres, divide las áreas de flora y fauna en distintas secciones y las coloca una encima de la otra, convirtiéndose en un lugar de reunión vertical para los animales. (Con información de EFE) DM