La instrucción a todos los integrantes del gabinetazo fue clara: Díganle a sus hijos y a los hijos de sus hijos que las reformas estructurales que se aprobaron el año pasado están dando resultados; que la prosperidad está por llegar, que vamos en la ruta correcta, aunque en muchos casos los beneficios ni se vean ni se sientan.
Y los funcionarios, ni tardos ni perezosos, se han dado a la tarea de organizar conferencias magistrales “al vapor”, cursos, seminarios, y a incorporar en sus declaraciones los resultados de las reformas.
Algunos “le ponen bastante crema a los tacos”, como el cada vez más cuestionado oficial mayor de la Sagarpa, Marcos Bucio, quien afirma que en el caso específico del sector agroalimentario la reforma laboral contribuye a una mejor atención del trabajo de los jornaleros del campo; la educativa, a garantizar la escuela de niños y jóvenes del sector rural, y la de telecomunicaciones a un mayor acceso a los sistemas de información y comunicación. Eso no es todo: La financiera impulsa un nuevo esquema de financiamiento y créditos al campo, a tasas preferenciales de un dígito y, en el caso de pequeños productores a una tasa del 7%, y para las mujeres de 6.5%, además de que la garantía es su propia cosecha. (Lo que no dijo el funcionario fue que estos créditos llegan a unos cuantos nada más).
La reforma energética, según Bucio, impulsará la producción de fertilizantes a precios accesibles, la minería social, y la contratación de Petróleos Mexicanos (Pemex) de etanol producido con excedentes de caña de azúcar. Quienes más o menos conocen de estos temas acotan: en cuanto a los fertilizantes baratos tal vez los nietos de los actuales productores lo vean, y el uso de etanol “está en pañales”.
Por su parte, el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, siguió las instrucciones, y armó su conferencia magistral titulada “La economía mexicana en el 2015: percepción y realidad”, donde también habló de los beneficios de las multicitadas reformas. Sin embargo, en una parte de su “speech” como que se salió del guión y empezó a reflexionar sobre lo ocurrido en Ayotzinapa, Guerrero; el cuasi abandono en que se encuentran los estados del sur-sureste.
Sobre Ayotzinapa dijo que el movimiento de inconformidad y de protesta, válido y auténtico, de muchas organizaciones del sur-sureste no nació en septiembre pasado, ha estado ahí desde los años setenta. El esquema ideológico de escuelas rurales ha sido parte de la historia de este país desde que Lucio Cabañas y algunos de los líderes sociales más importantes egresaron de ahí. Y siguió: ese proceso lamentablemente encontró hoy una circunstancia distinta en un momento de descomposición en algunos estados de la República donde se hallaron de frente un movimiento socialmente justo con miembros del crimen organizado que definitivamente tuvieron un error de cálculo en cuanto a quién estaban enfrentando. En ese contexto se da la desaparición de los 43 estudiantes.
Estos y otros hechos nos obligan a reflexionar, quiso decir el secretario de Economía, que las reformas, que han sido históricas y que han logrado consensos, no son suficientes para poder lograr un avance equilibrado para el futuro del desarrollo de México. ¡Qué pasó Ildefonso, qué pasó! Está bien que no te dieron la candidatura a la gubernatura de Nuevo León, pero no es para “darle de patadas al pesebre”, le recuerdan los malosos del PRI.
AGENDA PREVIA
Emilio Gamboa afirmó que nuestras fuerzas armadas son instituciones sólidas que han contribuido a afianzar nuestro régimen democrático, con respeto a los derechos humanos. Su apertura y disposición debe ser correspondida con respeto y responsabilidad de todos, por lo que no deben ser objeto de provocaciones vandálicas encubiertas en justos reclamos.
Tardadito pero seguro. El 11 de diciembre pasado comentamos en este espacio: Alejandro Valenzuela será el nuevo director general de Banco Azteca. El viernes se hizo oficial el referido nombramiento.