MOSCÚ. Más de 200 soldados ucranianos y 30 civiles han muerto en las últimas 24 horas en combates con las milicias rebeldes por el control del estratégico aeropuerto de Donetsk, lo que entierra las esperanzas de un pronto restablecimiento de la paz en el este de Ucrania.

 

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, reconoció públicamente que, por vez primera desde el alto el fuego firmado por el gobierno de Kiev y los separatistas prorrusos el 5 de septiembre de 2014, se vio obligado a ordenar un ataque contra las posiciones enemigas.

 

Aunque tanto la Presidencia como el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania reconocieron la ofensiva “masiva” contra los rebeldes, las autoridades negaron que esto suponga una violación de los acuerdos de Minsk.

 

El mando militar ucraniano mantuvo que el aeropuerto figura como una zona bajo control ucraniano en el Memorándum de Paz suscrito el 19 de septiembre en Minsk.

 

Poroshenko reconoció que, desde el 7 de enero, en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk ya no se respeta la última tregua declarada por ambos bandos, el 9 de diciembre, según informan medios locales.

 

Ucrania denunció que dos batallones rusos con aproximadamente 700 efectivos y armamento pesado cruzaron la frontera para reforzar las filas rebeldes.

 

Seguidamente, Poroshenko promulgó una ley sobre movilización parcial, que permitirá incorporar este año a unos 100 mil hombres a las Fuerzas Armadas ucranianas y que comenzará mañana, martes, con la incorporación a filas de unos 50 mil hombres.

 

Según fuentes separatistas, en los combates de las últimas 24 horas en las instalaciones aeroportuarias de Donetsk y sus alrededores han muerto más de 200 soldados ucranianos y casi 300 han resultado heridos, mientras que las bajas insurgentes ascendieron a 16 muertos y 62 heridos.

 

“Durante los combates defensivos los rebeldes destruyeron 27 tanques y 20 blindados”, afirmó el comandante adjunto del Estado Mayor de las milicias separatistas de Donetsk, Eduard Basurin, a medios rusos.

 

Según Basurin, los rebeldes se han hecho con el control de las instalaciones aeroportuarias y han lanzado una operación de limpieza de los alrededores.

 

“Todos los intentos de las tropas ucranianas de aplastar la resistencia de nuestros combatientes en el aeropuerto no han tenido ningún resultado”, dijo.

 

Mientras, Poroshenko insistió en que aboga por convocar de inmediato negociaciones con los separatistas con mediación de Rusia y la OSCE, y una reunión con los líderes de Rusia, Alemania y Francia, para “suscribir un calendario para la aplicación de los acuerdos de Minsk”.