MELBOURNE, Australia. La Rod Laver Arena, central del Abierto de Australia, fue testigo del escalofrío de la rusa Maria Sharapova, que salvó dos bolas de partido ante su compatriota Alexandra Panova, en la jornada más calurosa hasta el momento (32 grados).
Como le sucedió el martes al español Feliciano López, que salvó tres bolas de partido, Sharapova, segunda favorita, tuvo tuvo que vencer el escalofrío de la derrota en dos ocasiones ante Panova, 150 del mundo, de la fase previa, antes de avanzar a los dieciseisavos de final, por 6-1, 4-6 y 7-5.
Con 51 errores no forzados en su cuenta, Maria tuvo que templar los nervios en esos momentos, calmar sus latidos cuando Panova se dispuso a servir para ganar el encuentro y encontrar las líneas para abortar la que hubiera significado la mayor sorpresa del torneo.
“Estuve a un punto dos veces de salir del torneo. Ella jugó todo el partido con mucha inspiración”, dijo la ganadora de cinco grandes sobre su rival, de 25 años, que no ha ganado todavía ni un solo partido en un cuadro de esta categoría.
Panova disfrutó de la ocasión de su vida con 5-1 en el tercer set, y una vez desperdiciada, se hundió en la desesperación mientras Sharapova ganaba seis de los últimos siete juegos, y se apuntaba la victoria en dos horas y 32 minutos, con 32 grados al sol.
“Con dos roturas en el tercer set, en lo único que pensaba es en mantener los intercambios”, dijo Maria, que admitió que luego su experiencia le abrió el camino hacia el triunfo.
OBO