Ante el recrudecimiento de los combates entre tropas ucranianas y fuerzas separatistas, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, regresó la víspera a su país desde Suiza, donde participaba en el Foro Económico Mundial.
Voceros del mandatario ucraniano dijeron a la prensa que Poroshenko retornaría a su país por la escalada de combates, luego que fuerzas separatistas atacaron dos puntos de control cerca de la ciudad de Slovyanoserbsk, en la región de Lugansk.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, los separatistas estarían apoyados por el ejército ruso.
Al participar en la inauguración del Foro Económico Mundial de Davos, Poroshenko denunció que de acuerdo con informes de la inteligencia militar de Ucrania, hay nueve mil soldados rusos en el este de su país, dotados con 500 tanques y artillería pesada.
Aseguró que para que haya una “situación de completa estabilidad” en Ucrania, Rusia debe retirar a sus tropas y armamento a 15 kilómetros de la línea de separación que se acordó en los acuerdos de Minsk, en septiembre pasado, para un cese a las hostilidades entre las partes.
La línea de separación pasa por las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, donde se registra un conflicto separatista.
El mandatario ucraniano demandó a Rusia que deje de suministrar armamento y municiones a los grupos rebeldes, pese a que Moscú ha argumentado que esos combatientes actúan por voluntad propia, sin participación rusa.
Poroshenko pidió a la comunidad internacional que se le facilite tecnología militar “de carácter defensivo”.
En el marco del Foro de Davos, Poroshenko aseveró asimismo que deben mantenerse las sanciones internacionales contra Rusia a fin de detener lo que calificó de agresión y escalada de violencia.