El sueño de un hogar ideal para los libros, lo imaginó Borges con gran detalle en un cuento llamado La biblioteca de Babel, es un lugar que él llama universo, que “se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas.
Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos…”. El lugar del que hablaba Borges pudo haber estado inspirado en la biblioteca de Alejandría, que pretendía compilar todas las obras hechas por el ser humano, se cree que en su colección tuvo hasta 700,000 libros.
Aunque la biblioteca de Babel nunca se encontró en la realidad y la de Alejandría fue destruida, las que existen en la actualidad nos sorprenden con su cantidad de anaqueles llenos de ejemplares de todo tipo, nos encanta el aroma que despiden las hojas, distinguir entre nuevas y viejas, encontrar distintas ilustraciones en las portadas y hallar un rincón cómodo para leer.
Estar entre conjuntos de páginas, impresas con distintas ideas, tiene su encanto y eso es lo que Franck Bohbot representó con sus fotografías. Aprovechó la reunión entre literatura y arquitectura que sucede en algunas bibliotecas en París, Roma y Boston, para mostrarla en su serie House of books.