Aún no consiguen la candidatura, pero personajes de televisión y un jugador profesional que buscan un cargo de elección popular ya se enfrentan a la guerra sucia, principalmente en redes sociales, además de encarar trabas para el registro de sus precandidaturas para la contienda del 7 de junio.
El caso más sonado es el del jugador del equipo del club de futbol Puebla, Cuauhtémoc Blanco, que se registró como precandidato a la presidencia municipal de Cuernavaca, Morelos, por el Partido Social Demócrata (PSD). Casi inmediatamente después de su registro, el futbolista ha sido víctima de spots en redes sociales que ironizan sus aspiraciones.
El más reciente es el que subió el usuario de Youtube “Callo de Hacha” que hace alusión a la campaña priista “entonces no se puede, entonces sí se puede”, pero ironizando algunos defectos y la vida de Cuauhtémoc Blanco.
Pero no solo es eso. El fin de semana la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y la mexicana de fútbol Liga MX, emplazaron al jugador del Puebla a que sea neutral en sus aspiraciones, pues los códigos de ética de ambas precisan que los jugadores deben respetar la neutralidad en la política y religión.
Sin embargo, Blanco ha decidido participar en la política y también anunció que éste será el último torneo como jugador de fútbol.
Trabas para el payaso
Al arrancar su precampaña como aspirante independiente a la alcaldía de Guadalajara, Guillermo Cienfuegos Pérez, mejor conocido como el payaso “Lagrimita” y su hijo Costel, reunieron más de seis mil firmas –de las 23 mil necesarias- para alcanzar la candidatura.
Sin embargo, el Instituto Electoral de Jalisco exigió que las firmas estuvieran respaldadas por las copias fotostáticas de las credenciales de elector de los ciudadanos que los apoya.
Los payasos de profesión, que harán precampaña maquillados, desconocieron la ley que indica que los apoyos deben ir respaldados con copias.
Palazuelos no se baja
Otro personaje de la pantalla que quiere brincar a un cargo es el actor Roberto Palazuelos, quien no baja sus posibilidades de contender en la elección de junio próximo.
El también presidente de hoteleros de Tulum podría buscar una candidatura a diputado federal por Quintana Roo. A pesar de que en 2013 fue activo importante del PRI, se niega a revelar por qué partido estaría participando.
El Gatillero va
De manera sorpresiva, el pasado 9 de enero el cantante de corridos Bernabé Meléndrez Hernández, mejor conocido en la farándula como El Gatillero, se registró como aspirante a diputado federal por el PRI.
Además de su carrera como cantante, El Gatillero dijo tener el respaldo que le han dejado 50 años de militancia priista.
Bracho va por curul
Arropado por el Partido Encuentro Social (PES), Alejandro Camacho, busca formar parte de la Cámara de Diputados federal. El actor ha mostrado sus intenciones de ir por una curul.
El PES también perfila a la cantante Yuridiana Valenzuela Canseco, más conocida como Yuri, así como a la actriz, Laura Zapata.
Resurgen los Bribiesca
Aunque no es actor, pero sí un personaje polémico, Fernando Bribiesca Sahagún, hijo de la ex Primera Dama Marta Sahagún, buscará ser candidato a la alcaldía de Celaya, Guanajuato, por la coalición PRI-PVEM-Panal.
No obstante, antes de ello tendrá que pedir licencia a su cargo como diputado federal por el Partido Nueva Alianza (Panal).
“Todos prometen reinos sobre la tierra”: Iglesia
El cardenal Norberto Rivera Carrera alertó a los feligreses sobre las promesas de las próximas campañas electorales.
“Todos los líderes presentan su mensaje social o político como un programa de felicidad humana, en los próximos meses vamos a tener muchas campañas y nos van a bombardear con ofrecimientos, todos tienen siempre en sus labios eslogan de bienestar y de progreso; todos prometen reinos sobre la tierra y paraísos en el tiempo, pero sorprendentemente Jesús tiene un mensaje muy original, muy distinto, podríamos decir que se aparta de todos esos esquemas de los líderes”.
En su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México dijo que los discursos en campañas resultan imperfectos, toda vez que en su mayoría hablan de derechos y no de deberes, necesarios éstos como una condición para construir una mejor sociedad.
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