Belén. La III Cumbre de la Celac finalizó la víspera en Costa Rica con un discurso del presidente de Ecuador, Rafael Correa, que tras asumir la presidencia pro témpore de ese foro sentenció que éste debe ser protagonista de la “descolonización” de América Latina y el Caribe.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solis traspasó la presidencia pro témpore al gobernante de Ecuador, país en el que se celebrará dentro de un año la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La III Cumbre del foro, que se celebró en la localidad costarricense de Belén, 15 kilómetros al oeste de San José, fue convocada bajo el lema “Construyendo Juntos” y el principal objetivo de diseñar una estrategia para erradicar la pobreza extrema de la región.
Al término de los debates se aprobaron una declaración política, un plan de acción de la Celac para los próximos cinco años y más de una veintena de declaraciones sobre asuntos políticos, sociales, económicos y otros temas regionales.
Durante su presidencia de la Celac, se va a “impulsar con toda nuestra fuerza, pese a nuestras limitaciones, con todo nuestro cariño, la tan anhelada” integración “de los pueblos de América”, aseveró Correa en su discurso.
Agregó que “la Celac debe jugar un rol protagónico (…) en el proceso de descolonización de las regiones latinoamericana y caribeña”.
“El neocolonialismo debería ser intolerable en América Latina”, sentenció el gobernante ecuatoriano.
Insistió en “la necesidad de una instancia propia, renovada, creíble, que sea un garante de los intereses de las regiones latinoamericana y caribeña”.
Correa reiteró también sus críticas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, tras vetar en el debate final una declaración de apoyo de la Celac a ese mecanismo.