De la noche a la mañana, en menos de seis meses, de ser el técnico mexicano con más prestigio a nivel internacional, Javier Aguirre fue echado de la Selección de Japón y su reputación está en juego en tanto la justicia española determine su grado de participación en la trama del presunto amaño de partidos.

 

Cierto que Aguirre falló en el intento de llevar a Japón a repetir como campeón de la Copa de Asia, pero su despido del combinado del sol naciente estuvo lejos de justificarse con el fracaso deportivo y sí con el escándalo de corrupción que empapa al Zaragoza del futbol español y al ex presidente del mismo, a los que se les acusa de arreglar un duelo ante el Levante que le permitió, al entonces cuadro dirigido por Aguirre, mantenerse en la Primera División de la liga española.

 

Así lo hizo saber el presidente de la JFA, Kuniya Daini: “El principal objetivo de Japón es llegar al Mundial de Rusia de 2018 y no queremos correr el riesgo de que esta situación afecte al equipo durante la fase de clasificación. Lamentamos que esto tenga que acabar así. Pero tenemos que dar prioridad al equipo”.

 

No parece faltarles razón. La selección nipona fue eliminada en Cuartos de Final de la Copa de Asia ante los Emiratos Árabes Unidos, lo que es la peor actuación de Japón en esa competencia en casi vente años.

 

Aguirre es uno de los 42 querellados por el supuesto amaño de aquel encuentro entre Levante y Zaragoza, disputado el 21 de junio de 2011 y que terminó 2-1 a favor de su equipo, con la salvación y el descenso del Deportivo La Coruña, en el que por cierto, militaba Andrés Guardado, quien debió jugar un año en la Segunda División.

 

En la investigación se detalla que El Vasco, entonces estratega del Zaragoza, recibió en su cuenta bancaria cerca de 90 mil euros (poco más de 112 mil dólares) por parte del ex presidente del club Agapito Iglesias, mismos que después devolvió al club para que fueran repartidos entre los jugadores del Levante. Lo que no se sabe es si Aguirre sabía o no qué haría después Iglesias, con el dinero. Y menos que años después saldría todo a la luz.

 

En su momento, Iglesias, presidente de los maños en aquel tiempo, explicó que el dinero que dio al entrenador mexicano y a los jugadores fue para incentivarlos en busca de esa victoria necesaria la cual ocurrió en el estadio Ciudad de Valencia por 2-1 contra el Levante.

 

Mientras tanto, el prestigio ganado a lo largo de casi 20 años de carrera empieza a resquebrajarse para el técnico mexicano sin que esté cerca de aclararse su participación, pero habrá que preguntarse, ¿qué club en el mundo querrá contratar a un técnico implicado en amaño de partidos?