El fenómeno educativo en América Latina resulta común: bajos niveles de desempeño en alumnos y docentes, debido a la falta de inversión para el sector en la región, señaló la representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mercedes Araoz, durante su participación en la Cumbre Laureate Juventud y Productividad en México.
No obstante, Araoz resaltó la situación de México, donde sólo la mitad de los niños que entran a educación básica llega al bachillerato y uno de cada 10 ingresa a una licenciatura.
“Los resultados de México son notables porque vienen de una cadena educativa que es pobre. Si a eso le añadimos un problema de calidad educativa, que se reflejan en tener los últimos niveles en matemáticas y lectura entre los países miembros de la OCDE, vemos una situación que sólo se puede revertir si se invierte desde la educación básica“, dijo en su participación en la mesa “Retos de políticas públicas en educación”.
La representante del BID concluyó que México debe reestructurar el modelo educativo a fin de que se vincule la educación primaria con la superior, y ésta con las demandas del mercado laboral.
“Una de las políticas públicas que se debe fomentar es el trabajo con los docentes, que se preocupen de formar a los alumnos con miras a que sirvan al país”, dijo.
Al respecto, la subsecretaria de Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Patricia Martínez, recalcó que uno de los retos del país en formación educativa es la pertinencia de tener un modelo apegado al sector productivo, que incluya programas de estudio, perfiles de egreso e ingreso, currículas flexibles que privilegien competencias socioemocionales y productivas.
Por su parte, Francisco González, director general de ProMéxico, hizo un llamado a diseñar planes de estudios en conjunto con universidades, gobierno y empresas, a fin de llegar a acuerdos para generar conocimientos aplicables a las necesidades del mercado: “Tener productividad nos lleva a tener mayor equidad de género y de ingresos”.
Los ponentes coincidieron en que en México, hace falta además impulsar la educación técnica y cambiar el concepto que la sociedad tiene de ésta, ya que en ocasiones muchos de estos jóvenes tienen mayores capacidades incluso que aquellos que cursan una licenciatura.