El negocio para las constructoras mexicanas y extranjeras se verá mermado y es incierto en México debido al recorte al gasto público anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), advirtió Moody’s

 

“La reducción del gasto público en infraestructura disminuye las perspectivas de negocio para el sector y plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para implementar su plan de infraestructuras”, aseguró Adrián Javier Garza, analista Moody’s.

 

El 30 de enero, Luis Videgaray, titular de la SHCP, anunció un recorte por 18 mil 100 millones al gasto de infraestructura en el presupuesto del gobierno federal de 2015, así como la cancelación definitiva del Tren Transpeninsular en Yucatán, así como una suspensión del tren de alta velocidad México-Querétaro.

 

“Los recortes de gastos reducen las perspectivas de negocio de las empresas locales, como OHL México, Promotora y Operadora de Infraestructura, Empresas ICA, y las empresas internacionales que han mostrado interés en los proyectos de infraestructura en México, incluyendo Alstom y Siemens Aktiengesellschaft”, detalló el economista.

 

La cancelación de los trenes proyectados como emblema del gobierno de Enrique Peña Nieto no envía una mala señala para los inversionistas nacionales y extranjeros, agregó por su parte Fernando Alfredo Maldonado Hernández, presidente de la Comisión encargada de revisar el Proceso de Licitación, Emisión del Fallo y la Cancelación de la Construcción del Tren México–Querétaro.

 

“No envía una señal negativa, porque la suspensión de un tren de alta velocidad no implica que no se vaya a ser y es una inversión que tiene un respaldo de dinero extranjero que vendría a fortalecer de manera importante la construcción“, dijo el legislador.

 

“Son obras de largo alcance con un impacto importante y que dentro de los programas sexenales previstos no se descarta la posibilidad de que el sistema de transporte masivo de alta velocidad, obviamente se pueda ejecutar”, concluyó Maldonado Hernández.