BRASILIA. El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil celebró hoy en la ciudad de Belo Horizonte sus 35 años de fundación con una fiesta política que tuvo como protagonistas a la mandataria Dilma Rousseff, a su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva y al presidente uruguayo, José Mujica.
La fiesta del PT se transformó también en un acto de desagravio a favor del tesorero del movimiento político, Joao Vaccari Neto, quien un día antes fue obligado por la Policía Federal a declarar dentro de una operación que investiga desvíos en la petrolera estatal Petrobras para supuestamente beneficiar a políticos aliados.
En un eufórico discurso ante unos dos mil militantes, Rousseff señaló que el PT tiene “fuerza para vencer el oportunismo y el golpismo disimulado” y aseguró que mantendrá “sin transigir un sólo momento”, el compromiso con el respeto del dinero público y la autonomía de las autoridades investigadoras.
“Tenemos que tener orgullo de Petrobras. No podemos aceptar que intenten convertir a Petrobras en una vergüenza de Brasil”, aseveró Rousseff, quien defendió la importancia “estratégica” de la compañía, que enfrenta un gigantesco escándalo de corrupción.
Con una pérdida del 58 % del valor de mercado en los últimos cuatro meses, falta de credibilidad y el cambio forzado en la Presidencia, concretado hoy con el nombramiento de Aldemir Bendine, quien estaba al frente del también estatal Banco do Brasil, Petrobras ha sido también el foco de las críticas de la oposición.
De igual manera, Rousseff reafirmó su compromiso con las “políticas de inclusión social” y la “preparación de Brasil para una nueva etapa de desarrollo”, como se comprometió cuando fue reelegida para un segundo mandato en octubre.
La mandataria fue la encargada de clausurar la fiesta y resaltó en su pronunciamiento la “identificación” del PT con los “movimientos populares, con los sindicatos, con los intelectuales, con las iglesias, con los que lucharon contra la dictadura (1964-1985) y con los empresarios progresistas del país”.
La jefa de Estado defendió también la “prioridad” que tiene la educación en su gestión y los “ajustes necesarios” que está haciendo su Gobierno para garantizar los “avances sociales y económicos”, con un “reequilibrio fiscal”.
Lamentó, de otro lado, que Brasil pasa “por una de las peores sequías de los últimos años”, una situación que tiene al país en una grave crisis hídrica en la región sudeste, la más rica y poblada, que provocó un “impacto de choque” en el precio de los alimentos y el precio de la energía.
Antes de Rousseff, su antecesor y mentor político, Lula, fue más directo contra la oposición y señaló que “los golpistas van a presentar cuentas a la historia” y criticó a la prensa por “criminalizar sin importar si es verdad o no” al partido por la forma de abordar los escándalos de corrupción.
Lula se declaró “indignado” por la actitud de la Policía de sacar el jueves de su casa al tesorero del PT y llevarlo a declarar a una comisaría de Sao Paulo, sin haberlo notificado judicialmente antes para presentarse a las autoridades.
Uno de los momentos más aplaudidos y ovacionados de la noche fue cuando Mujica, invitado de honor en la ceremonia, se pronunció ante la militancia del cumpleañero PT.
“Hay que se luchar para repartir lo poco que tenemos”, exclamó Mujica, quien puso como ejemplo para ese propósito la “lucha para que los pobres dejen su condición” que el PT ha abanderado en sus doce años de Gobierno.
El gobernante uruguayo citó la importancia de la Amazonía como un patrimonio del “pueblo y no de las empresas capitalistas”.
El acto comenzó con los discursos sobre la historia del PT del presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), el mayor gremio sindical del país, Vágner Freitas, y de los gobernadores “petistas” de Piauí, Wellington Dias, y de Bahía, Rui Costa.
Después fue el turno para el presidente del PT, Rui Falcao, quien pidió a los militantes, “como primera tarea”, la “defensa acérrima” al Gobierno de Rousseff, y del gobernador anfitrión, Fernando Pimentel, elegido en 2014 como el primero del PT en Minas Gerais, el segundo estado más poblado del país.