CIUDAD DE VATICANO. El Papa Francisco instó hoy a los gobiernos del mundo a actuar con decisión para remover las causas de la trata, que calificó de una “plaga vergonzosa, indigna de una sociedad civil”.
Tras la oración mariana del Angelus, que dirigió desde la ventana de su estudio en el segundo piso del Palacio Apostólico y ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro, se sumó a una jornada de oración y ayuno contra el tráfico de personas convocada por asociaciones religiosas.
Recordó que este día se celebra la fiesta de la santa Josefina Bakhita, la religiosa africana que de niña tuvo la “dramática experiencia” de ser víctima de la trata, y llamó a todos deben sentirse comprometidos a levantar la voz por las víctimas de ese mal, “humilladas en su dignidad”.
“Animo a cuantos están empeñados a ayudar a los hombres, mujeres y niños esclavizados, explotados, abusados como instrumentos de trabajo o de placer y, a menudo, torturados y mutilados”, indicó.
Además, según informó el Vaticano, él se sumó a la jornada, que lleva por título “Enciende también tu una luz contra la trata”, conectándose a través de un dispositivo tableta conectándose al sitio de internet de una asociación que lucha contra la violencia hacia las mujeres (www.slavesnomore.it).
También este domingo, antes del Angelus, el pontífice habló sobre la obligación de los católicos de atender a los enfermos como Jesús, quien –dijo- tuvo una particular predilección por aquellos que están heridos en el cuerpo y en el espíritu: los pobres, los pecadores, los endemoniados, los enfermos, los marginados.
Sostuvo que, no obstante los múltiples avances de la ciencia, los sufrimientos interiores y físicos de las personas suscitan “fuertes interrogantes” sobre el sentido de la enfermedad y del dolor, y sobre el por qué de la muerte.
“Se trata de preguntas existenciales a las cuales la acción pastoral de la Iglesia debe responder a la luz de la fe, teniendo ante los ojos el crucifijo, en el cual aparece todo el misterio salvífico de Dios padre”, indicó.
“Cada uno de nosotros está llamado a llevar la luz del evangelio y la fuerza de la gracia a aquellos que sufren y a cuantos los asisten, familiares, médicos, enfermeros, porque el servicio al enfermos sea cumplido cada vez más con humanidad, con dedicación generosa, con amor evangélico”, apuntó.
El Papa pidió también a la multitud rezar por Zigmunt Zimowski, el presidente del Pontificio Consejo para la Salud del Vaticano, gravemente enfermo. “Él nos acompaña en el sufrimiento”, apuntó.
GH