El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que se requiere un órgano anticorrupción verdaderamente independiente de los poderes, del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial, con jurisdicción nacional, para tener capacidad de fiscalización en Estados y Municipios.

 

El organismo dirigido por Luis Foncerrada consideró que “hoy, ninguna de las instituciones que podrían participar en este esfuerzo tiene la independencia ni la jurisdicción necesarias: Ni la Auditoría Superior de la Federación, ni la Fiscalía Anticorrupción, ni la Secretaría de la Función Pública”.

 

Los anteriores organismos pueden ser parte del sistema, pero se requiere una institución rectora y con todos los atributos, porque en los países con éxito en el combate a la corrupción se rigen de manera independiente, añadió.

 

Sólo una institución absolutamente independiente podrá resolver los conflictos de interés que surgen en cualquier otro arreglo, señaló en un documento el organismo de análisis del sector privado.

 

“Es evidente que el combate a la corrupción requiere de un esfuerzo de inteligencia institucional para combatirla eficientemente. Esto fortalece la necesidad de la articulación de varias instituciones que se complementen, con autoridad suficiente, que compartan información y recursos para no solo castigar los delitos de corrupción, sino para establecer también las reglas que permitan corregir las causas del problema”.

 

Advirtió que el desánimo que existe entre empresas y hogares por los enormes niveles de corrupción e impunidad pueden ser un factor adicional que inhiba el crecimiento. “Las reformas estructurales contribuirán a liberar el potencial de crecimiento de la economía, también lo es el hecho de que para ello es fundamental un entorno de transparencia y libre de corrupción e impunidad”.

 

Dijo que es necesario establecer los mecanismos e instrumentos para eliminar la corrupción e impunidad, porque el costo de no hacerlo sería el equivalente a la imposibilidad de crecer a niveles de 5.0%.

 

El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional del Foro Económico Mundial ubica a México en posiciones muy bajas en 2014 en materia de instituciones y lo coloca en el lugar 102, y en el desvío de recursos públicos en el puesto 119. En este último caso resalta el hecho de que en los últimos dos años hemos perdido 31 lugares.