SAN JUAN. Pinar del Río, un equipo que arrancó a los tumbos y que en pleno certamen perdió a dos jugadores por deserciones, le dio a Cuba su octavo campeonato en la Serie del Caribe y primero desde 1960 al vencer el domingo 3-2 a los Tomateros de Culiacán de México.
Los lanzadores cubanos limitaron a sólo cuatro hits al ataque de los mexicanos. Luego de estar apagados en la primera fase, en la que perdieron tres de cuatro juegos, los bates cubanos despertaron en las etapas decisivas del clásico caribeño, sumando 23 imparables en dos días: 12 al vencer a Venezuela en su semifinal y 11 contra México.
Yosvani Torres se mostró dominante durante seis entradas completas, en las que permitió apenas dos inatrapables, una carrera y ponchó a cinco contrarios.
Luego de sortear raspando la primera fase del torneo, los Vegueros de Pinar del Río sorprendieron 8-4 al favorito venezolano Caribes de Anzoátegui, tumbándoles el invicto en la semifinal. Y acabaron despachando a los Tomateros, que no pudieron darle a México su tercer campeonato al hilo.
En el estadio Hiram Bithorn de la capital puertorriqueña, Cuba tomó la delantera prematuramente al marcar una carrera en la primera entrada y otra en la segunda.
Torres no permitió ninguna libertad a los bateadores mexicanos hasta el cierre de la quinta entrada, cuando Joey Meneses conectó un enorme batazo por el bosque derecho que se convirtió en doble por regla que se convirtió en el primer hit aceptado por Torres en el partido.
Con Meneses en segunda, José Manuel Rodríguez recibió un pelotazo y Walter Ibarra pegó hit a la derecha que impulsó la primera carrera de los Tomateros.
Yulieski Gourriel prendió un lanzamiento del relevista Juan Delgadillo y desapareció la esférica por encima de la pared del bosque izquierdo, para colocar la pizarra 3-1 a favor de los antillanos.
El relevista Liván Moinelo, que entró en el sexto tramo en sustitución de Torres, lanzó una y dos tercios de entrada y salió del juego luego de permitir un sencillo y regalar una base. En su reemplazo entró Héctor Mendoza, quien con dos corredores en base permitió un sencillo de Eroc Farris, que impulsó la segunda carrera de México.
El último equipo cubano que ganó una Serie del Caribe fue el de los Elefantes de Cienfuegos, en el campeonato de 1960 disputado en Panamá, donde se coronó de manera invicta con foja de 6-0.
Después de ese año, y tras la prohibición de la pelota profesional en la isla, Cuba se ausentó del circuito caribeño hasta la edición 2014 que se escenificó en la Isla Margarita, Venezuela. Allí, el conjunto de Villa Clara terminó último con 1-3.
Este es el octavo campeonato caribeño para Cuba, que había ganado siete en la primera etapa de este certamen (1949-1960).
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