KABUL. Un comandante del grupo extremista Estado Islámico y otros cuatro combatientes fueron asesinados en un ataque con drone en el sur de Afganistán, dijeron el lunes funcionarios del país asiático. Se trata del primer ataque en su tipo contra la organización islamista en un volátil país donde tiene seguidores que aumentan poco a poco.

 

El vicegobernador de Helmand dijo que el comandante, identificado como Abdul Rauf, falleció junto a otros cuatro insurgentes cuando un drone disparó un misil que alcanzó su coche. El departamento de inteligencia de Afganistán emitió un comunicado señalando que seis personas murieron en el ataque, que dijo fue ejecutado por fuerzas afganas.

 

El ataque parecería un golpe a los esfuerzos del Estado Islámico para desarrollar una rama local para desafiar al Talibán, que domina desde hace tiempo.

 

El mes pasado, líderes tribales afganos y analistas occidentales de inteligencia dijeron a The Associated Press (AP) que Rauf era el principal reclutador del Estado Islámico en Helmand. Dos funcionarios afganos también señalaron que Rauf estuvo preso en la base estadunidense de Guantánamo, Cuba. Las autoridades estadunidenses dijeron que no tenían comentarios que emitir sobre el ataque.

 

Las autoridades afganas describieron a Rauf como un ex comandante talibán que desertó para unirse al Estado Islámico y que comenzó a izar la bandera negra del grupo extremista en pueblos y villas de Helmand, quitando las banderas blancas talibanas.

 

Saifullah Sanginwal, un líder tribal en el pueblo de Sangin, en Helmand, dijo que unas 20 personas han muerto en enfrentamientos recientes entre el Estado Islámico y facciones talibanas.

 

El grupo Estado Islámico, que controla un tercio de Siria e Irak, donde ha declarado un califato gobernando con una dura interpretación de la ley islámica y exige lealtad al mundo musulmán. Tiene una pequeña pero creciente presencia en algunas zonas de Afganistán, dijeron funcionarios y fuentes tribales a AP el mes pasado.

 

En contraste, el talibán está enfocado en Afganistán y Pakistán y algunos líderes talibanes han respondido a acercamientos de paz anteriormente.

 

Analistas y autoridades dicen que el número de partidarios del Estado Islámico en Afganistán y Pakistán sigue siendo menor y que el grupo enfrenta resistencia de milicianos más establecidos con fuertes lazos tribales. Sin embargo, el ascenso un grupo pequeño afiliado al Estado Islámico aunque fuese pequeño podría desestabilizar aún más la región y complicar los esfuerzos de Estados Unidos y la OTAN para poner fin a 13 años de guerra en Afganistán.  DM