Los rankings internacionales que ofrecen determinar cuáles son las mejores universidades del mundo, más allá de medir la calidad de los programas educativos no sirven porque no toman en cuenta programas académicos o impacto en la sociedad y funcionan más bien como una estrategia mercantil para aumentar la popularidad de las universidades privadas, aseguran catedráticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

 

De las universidades mexicanas, sólo dos aparecen en el ranking QR, el Tecnológico de Monterrey y la UNAM.

 

En los estados, estas mediciones, que tienen serias dificultades metodológicas, han funcionado más bien para que los gobiernos locales nieguen incrementar el presupuesto a las universidades públicas con el pretexto de que “no aparecen en los rankings”, afirmó el director de Evaluación Institucional de la UNAM, Imanol Ordorika.

 

Además, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) sí toma en cuenta la presencia en estos instrumentos para determinar si entregará becas o no a los estudiantes que quieran estudiar en el extranjero.