CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco ofreció un contundente mensaje de amor a sus nuevos cardenales, pidiéndoles que dejen a un lado su orgullo, celos, intereses propios e ira ya que esos pecados son “inaceptables para un hombre de la iglesia”.
En su lugar, el pontífice pidió a los 20 nuevos miembros del Colegio Cardenalicio que ejerciten la caridad, la bondad y la justicia perfectas, dispuestos a confiar y perdonar.
Francisco dio sus consejos durante el sábado una ceremonia para elevar a los nuevos “príncipes de la iglesia” al club de los eclesiásticos tocados con sombrero rojo que, llegado el momento, elegirán al sucesor del argentino.
Ante la presencia de Benedicto XVI, el papa nombró a los nuevos cardenales, entre ellos cinco latinoamericanos, en un solemne consistorio celebrado en la basílica de San Pedro.
Joseph Ratzinger, que vive dentro del recinto del Vaticano, aceptó “con placer” la invitación de Francisco para asistir a la ceremonia, a la que ya asistió el año pasado y fue saludado con afecto por el papa.
El segundo consistorio del pontificado del primer papa latinoamericano se caracterizó por la entrada por primera vez al Colegio Cardenalicio de países como Etiopía, Vietnam, Nueva Zelanda, Tonga, Cabo Verde y Mianmar.
Los nuevos príncipes de la iglesia proceden de 18 países de todos los continentes para reflejar la diversidad de la iglesia y su expansión en regiones como Asia y África. Quince son electores — que estarán llamados a elegir eventualmente al nuevo pontífice— y cinco no electores.
El Colegio Cardenalicio quedó formado por 227 miembros, 125 electores y 102 no electores — con más de 80 años y que no podrán votar, pero sí ser elegidos. Europa sigue siendo la región con el mayor número de purpurados: 119; seguida de América (61).
Tras la homilía, el pontífice pronunció la fórmula de nombramiento de los nuevos cardenales, sus nombres y el orden diaconal o presbiteral al que fueron asignados. Después, los nuevos purpurados recitaron el Credo y el juramento de fidelidad y obediencia al papa y a sus sucesores.
Cada uno de los nuevos cardenales se aproximó a Francisco y se arrodilló ante él para recibir la birreta, el anillo cardenalicio y la asignación del Título y Diaconía.
Los tres latinoamericanos electores son Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia (México), José Luis Lacunza Matrojuán, obispo de David, el primero en la historia de Panamá, y Ricardo Blázquez Sturla, arzobispo de Montevideo (Uruguay).
Los dos no electores son José de Jesús Pimiento Rodríguez, arzobispo emérito de Manizales (Colombia), que está a punto de cumplir 96 años y no pudo viajar al Vaticano, y Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán (Argentina).
Francisco concelebrará el domingo una misa en la basílica del Vaticano con los nuevos cardenales y el resto del colegio cardenalicio.
DEC